El día en que Elvis conoció a Kadisnky
Elvis John Gonzaléz como el coronel Aureliano Buendía, también recordó el día en que descubrió el hielo. Dos dados cristalinos giraban y giraban en un gran vaso lleno de whisky en aquella fiesta de la “creme” que lo recibía por primera vez.
- Ta’ lindo el paté!, dijo, mientras se manducaba un trozo del delicioso manjar.
- Caviar, Elvis, caviar...
- ¿Caber?, me cabe, pero, mirá que a mi no me llenan con galletitas y “bayonesa”.
Elvis nunca pudo olvidar aquella fiesta con los más ricos del pueblo. Todo Puntas del Sauce Verde comentó por tiempo la borrachera que se agarró, las cosas que dijo, todo lo que hizo. Las mujeres celebran sus dichos, sus salidas de tono, todas sus ocurrencias, porque un hombre con la plata de Elvis nunca es grosero aunque lo sea.
“Diamante en bruto” le llamaba la alta sociedad, porque tenía un valor incalculable pero había que pulirlo mucho para que fuera una verdadera joya.
Mirando si ver el horizonte, Elvis recordó cuando comenzó a cimentar su grandiosa fortuna. Fue juntando cucharitas de helado, aunque pocas veces lo confesó. Todos los veranos juntaba, iba de heladerías en heladería, llenó un galpón.
Un día compró una licuadora y consiguió frutas picadas en los galpones y comenzó hacer helados de palito.
Al tiempo, con cierto caudal monetario comenzó a cambiar plata. Con las variantes de las monedas regionales, y del dólar, la intensidad del trasiego existente y la necesidad del cambio, con la diferencia fue haciwendo una fortuna.
Como no sabía que hacer se compró un club de bochas, y le anexó también ajedrez. Y aunque ya estaba patentado, le puso “Ciencia y Sudor”.Para las bochas hizo un gran estadio, lo buartizó “Aceitunas” porque era lo que comía mientras miraba las partidas de ajedréz y los partidos de bochas.
Los jugadores eran empleados suyo, y tenían que rendir en el juego lo mismo o más que en el trabajo. Si perdían un partido en el “Puntasuceño” de bochas o de ajedrez, le descontaba un jornal..
- O salimos campeones o no llegamos a fin de mes...- Decíka uno de los empleados.
- Vamos a ganar que se viene el meddio aguinaldo.
Elvis era un tipo próspero, conquistador, visionario, has que un día conoció a Kiner Kadinsky, el famoso KK del agro, un genio de las matemáticas, martillero rrual, hombre de grandes negocios y de pingues ganancias. Capaz de vender un campño o el ganador, tantas veces como fuese necesario, y en cada ocasión, a mejor precio.
- El negocio Elvis, está en el cuarto poder...
- ¿quién dijo que yo no poder en el cuarto?, protestó Elvis.
- Hay que comprar medios de prensa, es como vos decís...allí está el “boyo”.
- Elvis compró y compró. Kadisnky le dijo un día.
- Debés hacerte llamar “doctor”, Elvis, y largarte para el lado de la política. Así, de entrada nomás, te digo que estás para intendente, y para que me entiendas el léxico (y no me digas lóxico, por favor), en las próximas dejás de ser almorzador y entrá de senador Y dentro de dos períodos, le atracás el diente a la Presidencia...
- Pero, voy a tenr que ir al dentista primero...
- ¿Por qué?
- Porque los postizos me quedan flojos, por ahí muerdo la Presidencia y se me cae al suelo...
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