MI ALMA ES UN VAMPIRO...
Mi alma es un vampiro grueso, granate, aterciopelado.
Se alimenta de muchas especies y de sólo una.
Las busca en la noche, la encuentra, y se la bebe,
gota a gota, rubí por rubí.
Mi alma tiene miedo y tiene audacia.
Es una muñeca grande,con rizos, vestido celeste.
Un picaflor le trabaja el sexo.
Ella brama y llora.
Y el pájaro no se detiene.
(De "Obra completa " 2005)
POEMA X
Este melón es una rosa, este perfuma como una rosa,
adentro debe tener un ángel
con el corazón y la cintura siempre en llamas.
Este es un santo,vuelve de oro y de perfume
todo lo que toca; posee todas las virtudes, ningún defecto,
Yo le rezo,después lo voy a festejar en un poema.
ahora, sólo digo lo que él es:
un relámpago,un perfume,
el hijo varón de las rosas.
(De "Magnolia" 1965)
ANOCHE, VOLVIÓ, OTRA VEZ...
Anoche, volvió, otra vez, La Sombra;
aunque ya habían pasadocien años, bien la reconocimos.
Pasó el jardín violetas,el dormitorio, la cocina;
rodeó las dulceras, los platos blancos como huesos,
las dulceras con olor a rosa.
Tomó al dormitorio, interrumpió el amor, los abrazos;
los que estaban despiertos, quedaron con los ojos fijos;
soñaban,igual la vieron.
El espejo donde se miró o no se miró, cayó trizado.
Parecía que quería matar a alguno.
Pero, salió al jardín.
Giraba, cavaba,en el mismo sitio,
como si debajo estuviese enterrado un muerto.
La pobre vaca, que pastaba cerca de la violetas,
se enloqueció,gemía como una mujer o como un lobo.
Pero, La Sombra se fue volando,se fue hacia el sur.
Volverá dentro de un siglo.
(De "Los papeles salvajes" 1971)
Bajó una mariposa...
Bajó una mariposa a un lugar oscuro;
al parecer, de hermosos colores;
no se distinguía bien.
La niña más chica creyó que era una muñeca rarísima y la pidió;
los otros niños dijeron: -Bajo las alas hay un hombre.
Yo dije: -Sí, su cuerpo parece un hombrecito.
Pero, ellos aclararon que era un hombre de tamaño natural.
Me arrodillé y vi.
Era verdad lo que decían los niños.
¿Cómo cabía un hombre de tamaño normal bajo las alitas?
Llamamos a un vecino.
Trajo una pinza.
Sacó las alas.
Y un hombre alto se irguió y se marchó.
Y esto que parece casi increíble, luego fue pintado prodigiosamente en una caja.
A veces, en el trecho de huerta...
A veces, en el trecho de huerta que va desde el hogara la alcoba,
se me aparecían los ángeles.
Alguno, quedaba allí de pie, en el aire, como un galloblanco
-oh, su alarido-, como una llamarada de azucenas blancas
como la nieve o color rosa.
A veces, por los senderos de la huerta, algún ángel me seguía
casi rozándome; su sonrisa y su traje, cotidianos;
se parecía a algún pariente, a algún vecino
(pero, aquel plumaje gris, siniestro, cayéndole por la espaldahasta los suelos...).
Otros eran como mariposas negraspintadas a la lámpara,
a los techos, hasta que un díase daban vuelta y les ardía el envés del ala,
el pelo,un número increíble.
Otros eran diminutos como moscas y violetas
e iban todo el día de aquí para allá
y ésos no nos infundían miedo, hasta les dejábamos un vasito de miel en el altar.
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