lunes, 14 de julio de 2008

Marosa, a pura poesía


MI ALMA ES UN VAMPIRO...

Mi alma es un vampiro grueso, granate, aterciopelado.

Se alimenta de muchas especies y de sólo una.

Las busca en la noche, la encuentra, y se la bebe,

gota a gota, rubí por rubí.

Mi alma tiene miedo y tiene audacia.

Es una muñeca grande,con rizos, vestido celeste.

Un picaflor le trabaja el sexo.

Ella brama y llora.

Y el pájaro no se detiene.

(De "Obra completa " 2005)

POEMA X

Este melón es una rosa, este perfuma como una rosa,

adentro debe tener un ángel

con el corazón y la cintura siempre en llamas.

Este es un santo,vuelve de oro y de perfume

todo lo que toca; posee todas las virtudes, ningún defecto,

Yo le rezo,después lo voy a festejar en un poema.

ahora, sólo digo lo que él es:

un relámpago,un perfume,

el hijo varón de las rosas.

(De "Magnolia" 1965)

ANOCHE, VOLVIÓ, OTRA VEZ...

Anoche, volvió, otra vez, La Sombra;

aunque ya habían pasadocien años, bien la reconocimos.

Pasó el jardín violetas,el dormitorio, la cocina;

rodeó las dulceras, los platos blancos como huesos,

las dulceras con olor a rosa.

Tomó al dormitorio, interrumpió el amor, los abrazos;

los que estaban despiertos, quedaron con los ojos fijos;

soñaban,igual la vieron.

El espejo donde se miró o no se miró, cayó trizado.

Parecía que quería matar a alguno.

Pero, salió al jardín.

Giraba, cavaba,en el mismo sitio,

como si debajo estuviese enterrado un muerto.

La pobre vaca, que pastaba cerca de la violetas,

se enloqueció,gemía como una mujer o como un lobo.

Pero, La Sombra se fue volando,se fue hacia el sur.

Volverá dentro de un siglo.

(De "Los papeles salvajes" 1971)


Bajó una mariposa...

Bajó una mariposa a un lugar oscuro;

al parecer, de hermosos colores;

no se distinguía bien.

La niña más chica creyó que era una muñeca rarísima y la pidió;

los otros niños dijeron: -Bajo las alas hay un hombre.

Yo dije: -Sí, su cuerpo parece un hombrecito.

Pero, ellos aclararon que era un hombre de tamaño natural.

Me arrodillé y vi.

Era verdad lo que decían los niños.

¿Cómo cabía un hombre de tamaño normal bajo las alitas?

Llamamos a un vecino.

Trajo una pinza.

Sacó las alas.

Y un hombre alto se irguió y se marchó.

Y esto que parece casi increíble, luego fue pintado prodigiosamente en una caja.


A veces, en el trecho de huerta...

A veces, en el trecho de huerta que va desde el hogara la alcoba,

se me aparecían los ángeles.

Alguno, quedaba allí de pie, en el aire, como un galloblanco

-oh, su alarido-, como una llamarada de azucenas blancas

como la nieve o color rosa.

A veces, por los senderos de la huerta, algún ángel me seguía

casi rozándome; su sonrisa y su traje, cotidianos;

se parecía a algún pariente, a algún vecino

(pero, aquel plumaje gris, siniestro, cayéndole por la espaldahasta los suelos...).

Otros eran como mariposas negraspintadas a la lámpara,

a los techos, hasta que un díase daban vuelta y les ardía el envés del ala,

el pelo,un número increíble.

Otros eran diminutos como moscas y violetas

e iban todo el día de aquí para allá

y ésos no nos infundían miedo, hasta les dejábamos un vasito de miel en el altar.







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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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