lunes, 28 de julio de 2008

En la tierra se acuerdan de mi

Un día me olvidé de respirar, expiré, me tomé el olivo, dejé este valle de lágrimas. Con un rosario de cuentas, es cierto, una hipoteca que mis descendientes pagarán por lo siglos de los siglos. ¿Cuánto tiempo pasó?. ¡ quince años!, ¡que lo tiró!. Bueno, yo no sé por qué motivo, pero, lo cierto es que los otros días en el Purgatorio, porque todavía estoy allí, - alquilo, no tengo residencia fija -, aunque hace tiempo andan diciendo que puede haber una casa para mi en el cielo o un apartamentito muy confortable, muy calentito en el infierno, ¡Dios dirá!.
Bueno, como les decía, yo estaba sesteando en el Purgatorio, ¡hay tantos desgraciados para confesarse!, que ésta pobre gente no da abasto, dicho sea de paso.
Le sigo contando, estaba yo allí y cuando sentí ruido pensé, ¿quién será el santo que está de guardia?, garanto que es alguno que quiere escuchar mis cuentos o jugar al truco o al gofo o al "seveleve" por plata…
Era San Pedro, que un tanto confundido me dijo:
- Mirá botija, firmame estos papeles y si querés darte una vueltita por la tierra, andá, pero eso si, no te llevés el cuerpo, andá en alma nomás, ¿me entendés?.
- ¿A visitar a los parientes?, ¡con las deudas que les dejé no creo que me quieran ver!.
- No, tenés que ir porque te van hacer un homenaje, los de tu grupo político, creo.
- ¡Mis muchachos!. ¿Sabía Don Pedro que yo fui medio líder, caudillos de esos muchachos?, pero, ¿homenaje a mi?, usted sabe, hablando mal y pronto, que yo nunca fui trigo limpio, que me mandé algunas trapisondas, pero, en política, ¿quién no?, quien esté libre de culpa tire la primera piedra.
- Vaya amigo, vaya.
No sé como llegué al Cementerio de Puntas del Sauce Verde, es que el tránsito al Purgatorio es bravo de verdad, muchas unidades que suben, ¡ y yo a contraflecha, para colmo!. Si me viera Nessi o algunos de sus muchachos, me multan o me hacen poner un casco.
Llegué justito para el comienzo de la oratoria, que la verdad, a mi, que soy un hombre acostumbrado a las frases hechas, a los lugares comunes, a las muletillas, terminaron por emocionarme.
"Estamos aquí para rendirle tributo a un hombre público, que fue en la vida muy capaz”. - (de cualquier cosa, pensaba yo).
El orador emocionado continuaba, "un hombre que luchó por el Partido y nunca pidió nada…
- (¿para qué?, si lo tomaba sin permiso nomás, me decía).
- "Un hombre que fue derecho toda su vida
- - (recordé que firmaba algunos cheques con la zurda cuando no tenía fondos o eran del Partido, para que culparan a otros).
- "Un hombre que se abrazaba con los humildes
- (a la mayoría le "jedían" las alas, tengo que reconocer, pero, el olor a pueblo es
así)…
- y comía con los poderosos
- (los tales gastos les hacia y les chupaba de lo lindo).
- "quiera el destino que sus hijos sigan el camino señero del padre
- (van a sacar menos votos que los Planchas del Peluca).
- "A este gran hombre le rendimos hoy su homenaje
- (Si ríndanse nomás)
- Un homenaje que trascienda el tiempo y el espacio y llegue a donde mora…
- ( me podrían mandar yerba y grappa, de paso, que en el Purgatorio no encuentro por ningún lado)…


- Camaca -

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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