miércoles, 12 de noviembre de 2008

Japón duda de la versión oficial del 11/9 y no quiere más guerra


Benjamin Fulford
Título original: Japan Questions 11 de setiembre and the Global War on Terror
Traducción: Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)

En enero de 2008 hubo un debate en el Parlamento japonés que desafió las premisas y la validez de la guerra global al terrorismo, con difusión en vivo por TV abierta. El parlamentario Yukihisa Fujita insistió en la necesidad de una investigación conducida en el origen de la guerra: los acontecimientos del 11 de septiembre.

En una sesión del Comité de Defensa y Asuntos Extranjeros del Parlamento llevada a cabo para discutir la ética de la renovación de la Ley Anti-Terrorismo que faculta al gobierno de Japón para proporcionar apoyo logístico a las fuerzas de la coalición que operan en Afganistán, Fujita abrió la sesión indicando: "Quisiera hablar del origen de esta guerra al terrorismo, qué fueron los ataques del 11 de septiembre... Al discutir estas leyes contra-terror debemos preguntarnos ¿qué fue e 11 de septiembre? y ¿qué es el terrorismo?"

Fujita precisó: "Hasta ahora la única cosa que ha dicho el gobierno es que pensamos que fue causado por Al Qaeda porque el presidente Bush nos dijo eso. No hemos visto ninguna prueba verdadera que fue Al Qaeda". Le recordó al Parlamento que el 11 de septiembre mataron a veinticuatro ciudadanos japoneses y nunca hubo mandato para una investigación criminal del gobierno japonés. "Tan seguro es que esto fue un crimen que necesita realizarse una investigación", dijo Fujita. (Proyecto Censurado 2008 # 16) Fujita se explayó incisivamente "acerca de la información sospechosa que una vez destapada por todo el mundo ha recrudecido las dudas que existen sobre los acontecimientos de 11 de septiembre".

El Parlamento japonés vio varias diapositivas del Pentágono y de sitios del Centro Mundial de Comercio (WTC, en inglés), mientras Fujita explicaba cada una. Las diapositivas mostraron evidencia contraria a la explicación oficial: Los daños en y alrededor del Pentágono no fueron consistentes con los daños que podría causar un avión 757. "También Fujita destacó: "Allí en el Pentágono habían más de ochenta cámaras fotográficas de seguridad pero los funcionarios han rehusado dar a conocer sus registros. En cualquier caso, como usted acaba de ver, no hay fotografías del avión ni de sus restos en ninguna de estas fotografías. Es muy extraño que no se nos hayan mostrado tales fotografías".

Un funcionario de la fuerza aérea de EEUU corroboró el hecho de que el avión ejecutó una vuelta en “U” y evitó la oficina de la secretaría de Defensa, maniobra que sería una hazaña imposible para un inexperto piloto novel; y no hubo ninguna defensa aérea en el intervalo de noventa minutos entre el impacto inicial de los aviones en el WTC y el Pentágono. Fujita agregó: "Es desconcertante que no se encontrara ningún registro del vuelo en ninguno de los cuatro sitios". En tierra, en los sitios del WTC, fueron verificados los sonidos y la evidencia visual de las explosiones. El hallazgo de restos del avión en vuelo lanzados hasta 150 metros de distancia es consistente con el estallido de los edificios.

Durante las operaciones de rescate, un bombero de Nueva York confirmó que hubo una serie de explosiones semejantes a una demolición profesional y un sobreviviente japonés oyó explosiones mientras huía del sitio. El Edificio Nº 7 del Centro Mundial de Comercio (WTC 7) (WTC 7), era un bloque de 47 pisos de altura localizado lejos, no lo atacó ningún avión y tenía daños mínimos de fuego, pero cayó derrumbado sin dejar huellas en cinco o seis segundos, siete horas después que fueran atacados los edificios principales del WTC. No sólo la Comisión del 11 de septiembre no menciona al WTC 7, sino que las agencias estadounidenses FEMA [Agencia Federal de Manejo de Emergencias] y NIST [Instituto Nacional de Estándares y Tecnología] tampoco hicieron ninguna mención en sus informes.

Fujita informó que al interior del mercado de valores, entre el 6 y el 8 de septiembre, los inversionistas ejecutaron opciones de venta a precio fijo de acciones de United y American Airlines. El especialista financiero Keiichiro Asao testimonió confirmando que una transacción tan compleja sería el trabajo de iniciados más bien que de Al Qaeda.

Fujita se dirigió entonces al Primer Ministro Fukuda: "Quisiera saber por qué el Primer Ministro piensa que el Talibán fue responsable del 11 de septiembre". Y continuó: "Necesitamos ir de nuevo al principio y no creer, simple y confiadamente, en la explicación del gobierno de EEUU y en la información indirecta proporcionadas por ellos... Necesitamos observar esta evidencia y preguntarnos nosotros mismos cuál es realmente la guerra al terrorismo... Necesitamos preguntar quiénes son las víctimas reales de esta guerra al terrorismo. Pienso que sus víctimas son los ciudadanos del mundo".

"Primer Ministro" –continuó Fujita– "¿Cuál fue el origen de la guerra al terrorismo y de la idea si fue correcto o incorrecto participar en ella? Realmente, ¿existe alguna razón para participar en esta guerra al terrorismo?"

Fujita recibió apoyo para concluir que necesita ser investigada y ser analizada la razón que llevó [a Japón] a participar en la guerra de EEUU al terrorismo. La oposición bloqueó la extensión de la ley de Japón contra el terrorismo y los colegas reconocieron el valor de Fujita con llamadas telefónicas congratulatorias.

Sin embargo, esto acabó a mediados de enero, después de meses de discusiones parlamentarias. Con la oposición de por lo menos el 50 por ciento del público japonés, Fukuda puso en el Parlamento la renovación de la ley contra el terrorismo. Después que la cuenta fuera votada en contra por la oposición en sesión plenaria de la Cámara Alta del Parlamento el 12 de enero, el gobierno la resometió más adelante, en el mismo día, a la Cámara Baja, donde el partido conservador predominante tiene mayoría, y convirtió la propuesta en una ley. Así, volcaron un veto a la Cámara Alta.

Esta es la primera vez en medio siglo que un gobierno japonés ha recurrido a tales tácticas, juzgada como una medida drástica por los estándares japoneses. (1)

De acuerdo con Christopher W. Hughes, profesor de Estudios Políticos Internacionales en la Universidad de Warwick, el "gobierno de Fukuda estuvo bajo mucha presión de EEUU para re desplegar las naves y si siempre tuvo él mismo algún nivel de duda acerca de la importancia de la misión en términos militares y sobre la guerra entera de EEUU contra el terrorismo, percibió que aprobar la cuenta sería muy importante para las relaciones de EEUU-Japón. También presionó sobre el Primer Ministro una reunión personal con Bush, presidente de EEUU. (1)

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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