| David Willey BBC, Roma |
Los detalles inéditos de un atentado contra el desaparecido Papa Juan Pablo II en Portugal en 1982 fueron revelados en una cinta basada en las memorias del otrora secretario privado del pontífice.
 Stanislaw Dziwisz fue el asesor más cercano de Juan Pablo II durante casi 40 años. |
El cardenal Dziwisz fungió como el secretario privado del Papa durante casi 40 años, incluyendo los 27 de su papado y ahora es el cardenal de Cracovia en Polonia.
Yo cubría el evento para la BBC desde Portugal en el momento del ataque e informé inmediatamente desde Lisboa sobre los rumores de que hubo otro atentado contra la vida del Papa.
Sucedió exactamente un año después de que un pistolero turco, Mehmet Ali Agca, hubiese herido a bala al pontífice en la Plaza de San Pedro en Roma.
Niegan ataque
Esa misma noche, sin embargo, el Vaticano negó formalmente que había habido otro atentado.
Al día siguiente, la televisión portuguesa emitió imágenes del ataque.
Este fue perpetrado por un sacerdote español, mentalmente inestable, que fue arrestado luego de ser sometido por el guardaespaldas del Papa, el arzobispo Paul Marcinkus.
El arzobispo Marcinkus rió cuando le pregunté sobre lo sucedido.
"Uno no puede siempre creer lo que ve en televisión", me contestó.
El Papa continuó con su gira sin revelar lo de la herida.
 El cura español fue sentenciado a seis años y medio de prisión. |
El Vaticano siempre ha mantenido reserva sobre la salud de un papa en oficio, aunque el gran auge en el interés de los medios sobre los asuntos del Vaticano como resultado de los viajes al extranjero y largo papado de Juan Pablo II - que duró más de un cuarto de siglo - ha conducido a un poco más de apertura que en siglos pasados.
El atentado de Ali Agca en mayo de 1981, que llevó a meses de hospitalización para Juan Pablo, sucedió en la amplia mira de la publicidad internacional.
El Papa era conducido por la Plaza de San Pedro en su papamóvil cuando recibió los disparos.
El Papa Juan Pablo II pocas veces fue reticente en cuanto a los subsiguientes problemas de salud causados por el atacante turco y una vez anunció directamente a las muchedumbres en la Plaza de San Pedro que estaría internándose en un hospital para un control médico.
Pero los funcionarios de la Oficina de Prensa del Vaticano siempre han sido excesivamente discretos con respecto a la información de la salud de un pontífice.
Largo descenso
Durante el papado de Pablo VI, la única información que se le pasaba a los medios era que el Papa gozaba de buena salud - hasta que estuvo a punto de morir.
El largo descenso en la salud del Papa Juan Pablo II y su enfermedad final fueron evidentes para todos.
Durante sus últimas semanas de vida, el Papa no pudo hablar después de ser sometido a una traqueotomía y tuvo dificultades para decir unas pocas palabras desde la ventana de su estudio privado que daba a la Plaza de San Pedro.
Consideraciones de seguridad en décadas recientes desde el auge de amenazas terroristas contra conocidas personalidades internacionales también hacen parte de la tendencia en la Oficina de Prensa del Vaticano de minimizar la cantidad de detalles que ofrece sobre los movimientos de un papa y su estado de salud.
 Juan Pablo II estuvo hospitalizado después del atentado en Roma. |
Cuando el comandante de la Guardia Suiza, el ejército privado del Papa, fue muerto a tiros junto a su esposa en 1998 dentro de su residencia privada en el Vaticano por un guardia que luego se suicidó, muy poca información se filtró tanto en el momento del crimen como después.
El ex portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro, me dijo una vez que se jactaba del hecho que creía que un 80% de las noticias publicadas sobre el Vaticano en los medios mundiales salían de su oficina.
El control, en lugar de la información pública, sigue siendo sigue siendo la política en las instalaciones de la Via della Conciliazione cerca de la Plaza de San Pedro, donde opera la Oficina de Prensa del Vaticano.
Allí, periodistas acreditados como yo deben pasar por un lector electrónico su tarjeta de identidad para poder admitidos y están sujetos a estrictas reglas sobre el embargo de los discursos papales cuyos textos se difunden anticipadamente.
Y las preguntas sobre la mayoría de los temas generalmente son respondidas con las palabras en italiano "non risulta" - "no tenemos información".
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