viernes, 10 de octubre de 2008

Ciudad Luz, ciudad Picasso, Paris...







París se convirtió este miércoles en la "ciudad Picasso", con una gigantesca exhibición de obras del pintor español y los grandes maestros que lo influyeron, un repertorio que deja de boca abierta al visitante.

La exposición analiza la influencia que Pablo Picasso tuvo de artistas occidentales de otros tiempos.
Con más de 250 pinturas en total, la muestra "Picasso y sus maestros" tiene su corazón en el Grand Palais pero también alcanza a otros dos museos de la capital francesa, el Louvre y el Orsay.
Las obras reunidas forman un verdadero "dream team" del pincel, con nombres como Velázquez, El Greco, Goya y Van Gogh, para una de las muestras de arte más caras en la historia francesa: cerca de US$6 millones de presupuesto. "Un sueño"

Picasso se formó como artista dibujando obras de grandes maestros europeos.
"Es una exhibición que yo llamo imposible", dijo Thomas Grenon, administrador general de la Reunión de Museos Nacionales de Francia, productora de la muestra, en diálogo con BBC Mundo.
"Esto ha sido un sueño de muchos historiadores del arte, pero era considerado imposible debido a todas las obras maestras que había que recolectar", agregó.
El objetivo principal de la exposición es analizar la influencia que Pablo Picasso, el hombre que derribó las fronteras del arte plástico en el siglo XX, tuvo de artistas occidentales de otros tiempos.
Picasso (1881-1973) se formó como artista dibujando obras de grandes maestros europeos, que luego mantuvo como referentes a lo largo de su vida, no para imitarlos sino para interpretarlos a su manera.
"Diálogo íntimo"

Casi la mitad de las obras proviene del Museo Picasso de París.
Se trata de "un diálogo íntimo entre él y sus padres, sus pares", explicó la co-curadora de la exhibición, Anne Baldassari, en el catálogo.
Un punto fuerte de la muestra son cinco interpretaciones que Picasso hizo de "Las Meninas" de Diego Velázquez.
Pero, mientras el maestro del siglo XVII construyó su obra sin una gran variedad de colores, el padre del cubismo lo hizo a veces con tonos vivos, en verde, amarillo y azul.
Otros paralelismos de la exposición son los desnudos de artistas como Francisco Goya ("La maja desnuda") o Edouard Manet ("Olympia") en los que Picasso también se basó para obras propias.
La muestra del Grand Palais, que permanecerá abierta hasta el 2 de febrero, suma 210 pinturas, de esos y otros pesos pesados como Tiziano o Rembrandt.
En cambio, la exhibición del Louvre está dedicada a las diversas respuestas que inspiró en Picasso la obra "Mujeres de Argel", del pintor francés Eugène Delacroix.
Del mismo modo, la muestra del Orsay se basa en la influencia que tuvo en Picasso "Almuerzo en la hierba", de Manet.
Números

Cerca de US1 millón del presupuesto de la exhibición estuvo dedicado a asegurar las pinturas.
Buena parte de las obras reunidas en París fueron prestadas por museos de otras ciudades, incluidas siete del Prado de Madrid, ("La maja desnuda" es una) y once de la National Gallery de Londres (entre ellas "Mujer bañándose en una corriente", de Rembrandt).
La necesaria coordinación con esos museos es una de las razones por las cuales esta muestra demoró tres años en gestarse.
Además, casi la mitad de las obras proviene del Museo Picasso de París.
Cerca de US1 millón del presupuesto de la exhibición estuvo dedicado a asegurar las pinturas contra todo riesgo, desde incendios o inundaciones hasta eventuales actos de guerra.
Los costos de seguro, sin embargo, pudieron reducirse debido a que el Estado francés salió de garantía por los daños menores a unos US$136 millones.
"Desde un punto de vista técnico, pudimos hacer esta exhibición gracias a la indemnización estatal", dijo Grenon.
"Como los mercados están ahora, poner el riesgo en el mercado quizás no habría sido posible", agregó.

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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