domingo, 19 de octubre de 2008

Cildo Miereles, exposición impactante del brasileño en Londres

Meireles: sensualidad brasileña en la Tate
Manuel Toledo
Manuel Toledo
BBC Mundo

Cildo Meireles, Fontes

La galería Tate Modern de Londres, Reino Unido, inauguró una exposición de Cildo Meireles, uno de los artistas contemporáneos más destacados de América Latina.

Es la primera gran retrospectiva que la galería hace de un artista brasileño y, sin dudas, una de las exposiciones más impactantes de la Tate en los últimos años.

La muestra reúne obras creadas desde 1967 hasta la fecha, entre ellas varias instalaciones que invitan a explorar la relación entre el cuerpo y la mente, entre el movimiento y el espacio.

"La sensualidad es una característica del arte brasileño desde finales de los años 50", le dijo Meireles a BBC Mundo.

La obra de Meireles es extremadamente rigurosa y precisa desde el punto de vista intelectual pero, a la vez, está abierta a las experiencias sensoriales
Guy Brett, curador

"Creo que a partir de esa fecha el cuerpo entró en el arte como parte constitutiva", agregó.

El curador Guy Brett, quien organizó la exposición junto al director de Tate Modern, Vicente Todolí, señaló que la obra de Meireles es "extremadamente rigurosa y precisa desde el punto de vista intelectual pero, a la vez, está abierta a las experiencias sensoriales".

"En ella, todos los procesos del pensamiento son inseparables de la sensación de estar vivo", le dijo Brett a la BBC.

Vea imágenes de la exposición

Arte y política

El artista, nacido en Río de Janeiro en 1948, pertenece a la generación brasileña que creció en medio de la represión militar.

Cildo Meireles  Fotos: Manuel Toledo, BBC Mundo
Meireles es considerado uno de los pioneros del arte conceptual.

Diversos críticos lo consideran uno de uno de los pioneros del arte conceptual.

"Mi primera exposición la hice cuando tenía 17 años. Era de dibujos. Buena parte de ellos tenía un carácter social y político", cuenta Meireles.

"Sin embargo, no me atrae mucho el arte cuando se convierte en algo panfletario".

"Incluso en mis piezas más políticas siempre hay cuestiones que se refieren a la historia del objeto dentro del arte".

En este sentido, la exposición incluye obras como las de su serie "Inserciones en circuitos ideológicos" (1970-1976), en las que imprimía mensajes políticos en objetos -por ejemplo, botellas de Coca Cola o billetes- que después, burlando la censura, volvía a poner en circulación.

Árbol de dinero

En la retrospectiva hay varias piezas en las que el dinero ocupa una posición central para indagar sobre los vínculos entre el valor real y el valor simbólico de las cosas.

Cildo Meireles, Cero dólar
Varias obras proponen investigar los vínculos entre el valor real y el valor simbólico de las cosas.

En una de ellas, "Árbol de dinero" (1969), aparece un mazo con cien billetes de un cruzeiro, sobre un pedestal, que se vendía a veinte veces ese precio.

En otras, como "Cero cruzeiro", "Cero centavo" o "Cero dólar", hay billetes o monedas falsas a las que Meireles les anulaba su valor.

En la obra "Misión/Misiones (Cómo construir catedrales)" -una reflexión sobre el costo humano de la fundación de las misiones jesuitas en Brasil, Paraguay y Argentina en los siglos XVI y XVII- hay unas 600.000 monedas doradas en el piso y 2.000 huesos en el techo. Ambos elementos se unen por una columna de 800 hostias.

Le comentamos a Meireles que varios de estos trabajos, en especial los primeros, posiblemente se brindarán a nuevas lecturas por parte de los visitantes a la exposición, que coincide con una de las peores crisis financieras de la historia.

"Sí", nos dice, "yo creo que la filosofía subyacente del capitalismo industrial está en una ruta de colisión con la realidad y con las necesidades del planeta".

"Según esa filosofía, hay que producir y consumir cada vez más. Sin embargo, la Tierra, a pesar de ser grande, es limitada", añade.

Tiempo y espacio

Esta preocupación por la fragilidad del planeta también estuvo presente en "Elemento que desaparece / Elemento desaparecido", una acción que Meireles presentó en Documenta XI, en Kassel, Alemania.

Cildo Meireles, Babel
"Babel" se presentó por primera vez en 2001, en Finlandia.

En diversos lugares de la ciudad se vendían helados de agua pura que, como escribió uno de los curadores de esa exposición, Carlos Basualdo, aludía por un lado "a la inminente y progresiva escasez de agua a escala global" y por el otro era "una continuación del cuestionamiento de las nociones de valor de uso y valor de cambio, recurrentes en la obra de Meireles".

En la Tate se exhibe otra pieza que Meireles hizo para Documenta IX, en 1992, "Fontes", que incluye 1.000 relojes en las paredes, 6.000 reglas colgadas del techo y medio millón de números de vinilo regados por el piso.

"La idea es, hasta cierto punto, tratar de materializar una de las cosas más abstractas inventadas por los seres humanos, el concepto de número. Es como si uno se perdiera en este cosmos numérico", le explica el artista a BBC Mundo.

Yo no conozco muchas lenguas, pero para mí la palabra más bella del mundo siempre ha sido "lejos"
Cildo Meireles

Al lado hay otra instalación -"Babel", una torre hecha con cerca de 800 radios sintonizados con emisoras distintas- en la que también él examina la estética de la acumulación, otro de sus temas recurrentes.

"Desde niño, el radio siempre me fascinó. Me gustaba quedarme en la habitación, en la oscuridad, y sólo escuchar el sonido y ver aquellas lucecitas", nos dice Meireles.

"Yo no conozco muchas lenguas, pero para mí la palabra más bella del mundo siempre ha sido lejos, algo que no está aquí, y esta obra tiene mucho que ver con esa palabra".

Laberinto

Los ecos de la niñez y la proposición del juego, el descubrimiento y el asombro son elementos subyacentes en muchas de sus obras.

Cildo Meireles, A través
Cuando yo era niño, el primero que salía por la mañana abría la puerta y las casas se quedaban abiertas todo el día...Con el paso del tiempo, se fueron introduciendo límites, que tienen algo que ver con la concepción de este laberinto
Cildo Meireles

Tal vez la instalación de mayor fuerza poética de las que se exhiben en la Tate es "A través" (1983-89/2008), una construcción laberíntica, en el centro de la cual hay una enorme bola de celofán a la que Meireles bautizó "la Clara Esfinge".

Para llegar a ella uno tiene que caminar sobre vidrios crujientes, sortear paredes transparentes y hasta una enorme pecera con peces translúcidos.

"Una vez abrí un paquete que tenía un celofán. Lo amasé, lo tiré a la basura y volví a trabajar, pero poco después escuché el sonido del papel que se movía y me hizo pensar en un vidrio que se rompe", nos contó el artista.

"Para esta obra, agregué elementos que tienen que ver con la arquitectura de Río de Janeiro, sobre todo de la parte donde vive mi madre", añadió.

"Cuando yo era niño, el primero que salía por la mañana abría la puerta y las casas se quedaban abiertas todo el día. Íbamos a jugar fútbol y entrábamos en las casas de los vecinos, a beber agua o a buscar algo en la cocina".

"Con el paso del tiempo, se fueron introduciendo límites, que tienen algo que ver con la concepción de este laberinto".

La retrospectiva de Cildo Meireles estará en la Tate Modern hasta el 11 de enero de 2009 y después se presentará en Barcelona, Houston, Los Ángeles y Toronto.

Cildo Meireles,

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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