BBC Ciencia |
Los astronautas esperan ansiosamente al transbordador Discovery. |
Durante varios días la unidad de recolección de orina ha estado funcionando mal, lo que ha causado preocupación entre sus usuarios.
La agencia espacial estadounidense informó que el problema podría radicar en una bomba separadora que se estropeó, lo cual ha obligado a los tres tripulantes a operarla manualmente.
Para dejar espacio para las partes de repuesto, la NASA tuvo que sacar otros equipos del Discovery, cuyo lanzamiento está previsto para este sábado.
"Claramente tener un inodoro que funcione bien es una prioridad para nosotros" señaló Scott Higginbotham, gerente de carga del transbordador.
Mientras tanto trascendió que, afortunadamente, la unidad de desechos sólidos sí estaba funcionando bien.
Bolso de mano
Por lo general, los urinarios utilizan motores de aire propulsado que llevan los desechos por un tubo hasta un contenedor especial, donde quedan separados en líquido y gas.
Claramente tener un inodoro que funcione bien es una prioridad para nosotros Scott Higginbotham, gerente de carga del transbordador |
En su página de internet, la NASA explica que la tripulación se dio cuenta que algo andaba mal cuando "escuchó un fuerte ruido y el ventilador dejó de funcionar".
Los astronautas pudieron reemplazar muchas partes del inodoro espacial, pero tuvieron que optar por "operar manualmente la bomba de forma temporal" y también el sistema de respaldo de la unidad separadora.
La instalación sanitaria es de construcción rusa, por lo que uno de los empleados de la NASA tuvo que que viajar apresuradamente desde Rusia a EE.UU. con los repuestos.
El hombre de la agencia espacial transporta en un avión comercial una bomba separadora de 50 centímetros y equipo adicional con un peso de unos 16 kilogramos .
Se espera que lleve los repuestos al Centro Espacial Kennedy en Florida y que éstos sean embarcados en el transbordador Discovery este mismo jueves.
Mientras tanto, la misión de control en Rusia ha pedido a la tripulación, los cosmonautas rusos Sergey Volkov y Oleg Kononenko y el astronauta de la NASA Garrett Reismanse, que utilicen las instalaciones sanitarias de la cápsula Soyuz que está acoplada a la Estación Internacional.
Hasta el momento de publicar esta nota en BBC Mundo, la unidad de desechos sólidos del inodoro de la Estación Espacial Internacional continuaba funcionando dentro de sus parámetros aceptables.
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