Klimt, caja, un pintor de aquellos

Retrospectiva de Klimt en EE.UU.

El retrato "Adele Bloch-Bauer I" Amplíe imagen

La ciudad de Nueva York acoge la primera retrospectiva en Estados Unidos del pintor austriaco Gustav Klimt.

En la muestra, que se puede visitar en la Neue Galerie de Manhattan hasta el próximo junio, se exhibe el conocido retrato de Adele Bloch-Bauer.

Esta pintura ocupó las portadas de los medios de medio mundo después de que en enero de 2006 una corte de arbitraje de Viena dictaminó que el retrato y otras cuatro obras que se exponían en la galería Belvedere de esa ciudad debían ser restituidas a la heredera de una familia judía que tuvo que huir del país durante la Segunda Guerra Mundial.

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Pocos meses después del histórico fallo, la nueva propietaria, María Altmann, subastó el retrato "Adele Bloch-Bauer I", que se convirtió en la pintura más cara de la historia al ser vendida por US$135 millones.

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Reconstruyen su estudio

Klimt está considerado como uno de los grandes exponentes del Art Nouveau.

Ahora, su nuevo propietario, el empresario de la industria cosmética Ronald Lauder, es también el promotor de la retrospectiva "Gustav Klimt: las colecciones de Ronald Lauder y Sabarsky", en la que se exponen ocho pinturas y más de 120 dibujos del artista austriaco.

En la muestra, en la que también se presentan cartas, fotografías y otros documentos del pintor, se ha reconstruido el estudio que el maestro austriaco tenía en la Josefstädter Strasse 21 de Viena.

Gustav Klimt (1867-1918) fue uno de los fundadores del movimiento Art Nouveau en Austria y entre sus pinturas más famosas se encuentra El beso, que se expone en la Galería Belvedere de Viena.

Obra estrella

En la muestra que puede visitarse en la Neue Galerie se exponen también objetos personales de Klimt, como unos gemelos de camisa y un sello diseñados por el arquitecto austriaco Josef Hoffmann, o una bata que el artista utilizaba para pintar.

Adele Bloch-Bauer había pedido a su esposo que legara las obras a una galería austriaca.

Pero sin duda, la pintura estrella de la muestra es Adele Bloch-Bauer I, en la que el pintor retrató a la esposa del empresario judío Ferdinand Bloch-Bauer.

Cuando Adele Bloch-Bauer murió en 1925, dejó un testamento en el que expresaba el deseo de que su esposo, Ferdinand Bloch-Bauer, legara al morir la obra a la galería nacional austriaca.

Pero en su testamento Bloch dejó todas sus propiedades, incluyendo los cuadros que fueron confiscados por los Nazis, a sus sobrinos y sobrinas.

En 2006 María Altmann consiguió que cinco cuadros de Gustav Klimt volasen desde Austria hacia Estados Unidos, donde ahora pueden ser visitados.