domingo, 9 de noviembre de 2008

La magia del ballet cubano en Camacadas

El boom del ballet cubano
Michael Voss
BBC, La Habana

Unas niñas en una clase de ballet
El ballet en Cuba ha contado con el apoyo del gobierno.
Cuba se está preparando para celebrar el aniversario número 50 de la Revolución que llevó al poder a Fidel Castro. Sin embargo, hay una mujer que, en la isla, ha estado "al mando" desde hace mucho más tiempo y sin ninguna interrupción.

Se trata de la legendaria bailarina Alicia Alonso, quien fundó el Ballet Nacional de Cuba en 1948.

En los últimos días, los amantes del ballet de todo el planeta arribaron a La Habana en el marco del Festival Internacional de Ballet, evento en el que se conmemoró el aniversario número 60 de la compañía de danza cubana.

"Pienso que es una de las dos compañías principales de ballet del planeta", dijo Clara Yoost, una californiana amante del ballet, en la gala inaugural del Gran Teatro de La Habana.

"(Sus bailarines) tienen un entrenamiento perfecto, un ritmo increíble y una larga tradición. Ellos son magníficos, es un verdadero placer verlos".

Exportaciones

Cuba podrá ser más popularmente conocida por su música afrolatina y la salsa, pero sus bailarines de ballet también son muy valorados por todo el mundo.

Carlos Acosta   Foto: Manuel Toledo, BBC Mundo
Acosta es una de las estrellas del ballet en Inglaterra.

La isla caribeña se ha convertido en uno de los principales países exportadores de bailarines. Basta con citar a Carlos Acosta, del Royal Ballet de Londres, y Jose Manuel Carreño, del American Ballet de Nueva York.

Lea: Carlos Acosta habla con BBC Mundo

En muchos lugares, esta disciplina es considerada un arte elitista, pero en la Cuba comunista el ballet tiene muchos seguidores, que acuden a las presentaciones en los teatros o que las siguen por televisión.

El hermano menor de Carreño, Joel, es el bailarín principal en el Ballet Nacional.

"Todos, incluso los taxistas, saben sobre el ballet clásico, la compañía, los bailarines", dice Joel.

"Es maravilloso cuando estás en el escenario. El conocimiento y la calidez de la gente, todos te reconocen y quieren verte bailar".

Bailarines de todo el mundo vienen a entrenar a Cuba. Thomas Lud, quien es el bailarín principal del Royal Danish Ballet, calificó las sesiones de enseñanza como "fuertes y físicas".

"Son realmente extraordinarios al hacer piruetas. Provengo de la escuela danesa, la cual ha sido un poco subestimada. Por eso, para mí, entrenar aquí es realmente bueno", dijo Lud.

Apoyo estatal

La popularidad y la calidad de la danza cubana es un tributo a Alicia Alonso. Esta legendaria Prima ballerina assoluta está casi ciega, pero continúa dirigiendo al Ballet de Cuba.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, y la directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso.
Alonso fue una apasionada defensora de la revolución.

En la noche de apertura del festival, recibió una larga y calurosa ovación por parte del público cuando entró, acompañada de dos de sus bailarines principales, en el escenario.

Posteriormente, se sentó entre la audiencia y al lado del presidente Raúl Castro.

"Si Alicia no se hubiese quedado en Cuba, el ballet nunca hubiese venido aquí", dijo Loipa Araujo, una profesora de la academia, quien se unió a la compañía en 1955.

"Creo que Fidel y Alicia se entendieron mutuamente desde el principio. En esos días, Fidel Castro estaba interesado en que Cuba se desarrollase y la cultura era una parte muy importante", dijo la docente.

Alonso obtuvo fama y fortuna en Estados Unidos.

En 1943, se le pidió interpretar a Giselle en el viejo Metropolitan Opera House, debido a que la bailarina principal de Nueva York estaba enferma. El resto es historia.

Vea la entrevista que le hizo BBC Mundo a Alicia Alonso en 2005

Alonso fue una apasionada defensora de la revolución. Regresó a La Habana tras la salida de Fulgencio Batista.

Loipa Araujo recuerda haber llevado el ballet a granjas y fábricas, tras la revolución. Se hacían presentaciones y se explicaba la terminología y las técnicas de la danza clásica.

Esta es una de las razones, según Araujo, que explica por qué Cuba tiene audiencias conocedoras de la disciplina.

"Desde el primer momento, Fidel le dijo a Alicia que apoyaría totalmente al ballet cubano y que todo lo que él quería era una buena compañía. Creo que durante todos estos años, este ha sido nuestro objetivo".

Prestigio

La instauración del comunismo en Cuba y los intercambios culturales con la antigua Unión Soviética ayudaron a reforzar el interés en el ballet. Como en los sistemas soviéticos, las autoridades de la isla han asumido muy seriamente la educación selectiva.

Unos niños en una clase de ballet
Los niños compiten por lugares en las academias de ballet de la isla.

Cualquier niño que sea una promesa recibe entrenamiento gratuito en una escuela especializada y el Estado paga por todo.

La Escuela de Danza de la provincia de La Habana tiene alumnos de nueve años, quienes reciben una formación diaria de ballet, música y composición. A la agotadora jornada se le une el francés y el entrenamiento físico.

Muchos niños y niñas compiten por un lugar en las escuelas de ballet.

Los equipos son modestos. Los profesores traen sus propias cintas o los reproductores de MP3 con la música, pero los resultados son impresionantes. Carlos Acosta y los hermanos Carreño empezaron así.

"Trabajamos duro para hacerlos grandes bailarines", dijo la directora de danza Raquel Aguero. "No es sólo por Cuba, sino también porque hay una gran demanda internacional".

Los artistas cubanos, como los pintores, los músicos y los bailarines, tienen el derecho de viajar, trabajar y vivir en el exterior.

La única excepción es el deporte, que se mantiene estrictamente amateur. A los deportistas de alto nivel se les prohíbe desarrollarse como profesionales fuera de la isla.

Joel Carreño
A Joel Carreño le hace feliz contar con un público masivo en Cuba.

El hecho de que el ballet ofrezca una carrera potencialmente gratificante ha empezado a atraer a una gran cantidad de niños.

Casi una tercera parte de esta escuela está compuesta por 300 niños.

"Está en la naturaleza de los niños, la competitividad", dijo Aguero.

"Ellos desean dominar el espacio a su alrededor y lucir fuertes frente a las niñas. Por eso, cuando bailan con una bailarina quieren lucir fuertes y elegantes. Forman parejas apuestas".

Podría ser un país donde la cultura del "macho" fuese predominante, pero en Cuba el ballet es una especialidad de alto perfil que carece de estigmas.

Pese a que el Ballet Nacional de Cuba está llenó de bailarinas talentosas, son sus compañeros los que se han convertido en una característica definitoria del ballet cubano en el siglo XXI.

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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