martes, 31 de mayo de 2011

Afeitado y sin visita, y sin el final del mundo a la vista




La verdad que me levanté el sábado más temprano que de costumbre. Estaba nervioso a pesar de haber hecho todos los deberes conyugales antes de levantarme, total, podrían ser los últimos, y uno no se puede ir de este mundo sin el último trago de felicidad. Me levanté, abrí la ventana, y el mundo todavía estaba allí. Y bueno, capaz que me da tiempo de afeitarme y tomar unos mates.

Miré mi celular, y pensé que sería bueno despedirse de familiares y amigos antes de que el mundo dejara de ser mundo. Agradecí a todos... el mate siempre me da hambre, así que, con cierto temor, pero también, con el convencimiento que no era bueno tocar tropa con el estómago vacio, me fui hasta la panadería, no sin antes mirar detenidamente el cielo. La nubes murmuraban vagamente en lo alto, pero, sin dar la sesanción de un final inminente. De paso por la carnicería me traje un par de kilos de asado, pensando que la hora señalada en realidad no estaba señalada, y tal vez, solo tal vez, me daba tiempo para hacer un asado, tomarme un vinito mientras tanto y hacer mi acostumbrada siesta. Mi mujer, que siempre me reprochó esta costumbre mía, de comer, beber y sestear, cuando preparaba asado, preguntó...”¿Vas esperar el fin del mundo dormido?. Le di la razón, total, ya iba a tener tiempo de dormir eternamente, y por ahí, si en algún lugar, en otra dimensión, o sabe uno dónde, alguien me preguntara como esperaste el fin del mundo, sería poco decoroso decir, “durmiendo”.

Recordamos como nos conocimos, como nos quisimos, los hijos que tuvimos, los sueños cumplidos, los sueños pendientes, las quimeras, las utopias, y la verdad es que fueron muchas cosas en este tiempo. Me acordé que tenía que pagar el teléfono, me pregunté, para qué quiere el Estado recaudar hoy, si no le va a servir de nada, pero mi suegra dijo, “andá y pagá, no sea cosa que al partirse el mundo quedemos todos separados y yo no me pueda comunicar con mi hija, porque vos no pagaste.

Tenía razón la doña, así que saqué mis pocos ahorros y pagué todo lo que pude, asi nadie me reprocha si me encuentra en algún lugar del Purgatorio.

“¿Vamos a tomar una al bar?”, dijo Francisco, “total, la barra no se va a ver más”. Y es medio temprano, pero, bueno, dale, vamos porque el mundo se termina en cualquier momento este 21 de mayo...

Y allí entre guitarras, copas, golpeteos de mesas, se fueron las horas, y el mundo que seguía allí, inmutable, quietito, sin amagar para ningún lado, tal vez haciendole caso al Beto que se mandó como nunca “¡Ay!, Jalisco no te rasje!!.

Pascual,. Volvió a insistir con que al mundo le falta un tornillo... “y bueno, ese tornillo que le falta es el que hace que le falle el motor ahora y en un traqueteo de estos, la quedamos como Brasil en el 50...”, sostuvo Gualberto, otro de los locos lindos del bar.

Se hizo noche, prendimos la radio, luego la televisión, y todos se comportaban como si no pasara nada.

- Che, ¿están seguro que se termina, hoy?

- Si, no escuchaste al predicador ese, Harold Camping que dijo que hoy, 21 de mayo se terminaba el mundo. Camping, dijo que 200 millones de cristianos serían llevados al cielo hoy sábado antes de que la Tierra fuera destruida, y que el resto, o sea, nosotros, si no conseguimos alguien que nos lleve al Purgatorio... la quedamos acá, al spiedo...

- Y yo que tengo el auto roto, ¡que mala suerte!

- Y Pocholo, con el taxi cobra un disparate para llevarte a la Terminal, calculale al Purgatorio...

El Juancho, se excusó por no quedarse mas tiempo en el bar. “Mi mujer quiere que vaya al mercado y haga un surtido, porque por ahí, vaya uno a saber si adónde vamos a parar hay comida...

- Che, vamos a cantar “La marcha de la lola” por última vez....

- ¡¡Que lo tiró que se hace larga la espera!!

- Justo ahora venir a terminarse el mundo, cuando Uruguay tiene un cuadrazo para ganar la Copa América...

- ¿Y, Peñarol?, ¡que me contás!!!

- Pobre Carrasco, no poder salir campeón...

- Nos vamos a quedar sin conocer el nuevo organigrama de Coutinho...

- Al final del Bicentenario no festejamos casi nada todavía...

- ¡Que yeta, Mujica!, ¿no?, gobernar un año y chauchas...

- No, pero esos políticos, de todos los partidos te digo, seguro que se colocan allá arriba, algún puesto para ellos siempre consiguen, ni que sea de ayudante de San Pedro o del santo que esté de guardia...

- Y yo me voy a quedar sin ver el cordón cuneta en la cuadra, mirá que pasaron intendentes, y nadie me arregló el cordón cuneta en la cuadra....

- Poné a Roberto a ver si pasa la quiniela, yo jugué como siempre, lástima que si salen mis números no voy a poder cobrar mañana...

- ¡Che!, está hablando el predicador, dijo que le erró a los cálculos,dijo que se sintió tan mal cuando su predicción no se volvió realidad se salió de su casa y se refugió en un motel con su esposa. Su ministerio independiente Family Radio International, gastó millones de dólares en publicidad preparando a los fieles por el fin del mundo.

También yo hacerle caso al predicador de California Harold Camping dice que su profecía sobre el fin del mundo tenía un desfase de cinco meses pues el Juicio Final llegará en realidad el 21 de octubre, yo no le creo más...Hacer sufrir así a la gente, no tiene nombre.

- No es la primera vez que el conductor de radio cristiano ha tenido que explicar por qué no funcionó su predicción. También predijo que el Apocalipsis llegaría en 1994, pero explicó que no ocurrió por un error matemático.

- Y bueno, no hay mal que por bien no venga, si se suspendió el fin del mundo por mal tiempo, me voy hasta la sede de Ferro Carril a ver si queda algún pasaje para ir mañana a Artigas para el ver partido con el Wanderers...

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flamencos

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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