Cuentan de Sócrates que un día en el Ágora, el pueblo ateniense, despotricaba indignado contra los jóvenes. El maestro con voz firme les hizo callar y preguntó: "Atenienses, ¿de dónde vienen los gobernantes corruptos, los médicos comerciantes, los maestros mediocres, los ladrones, los violadores y los mentirosos? Salen de los hogares y de las aulas; así que mejor pregúntense: ¿Qué hemos sembrado en nuestros niños y jóvenes, para que estos den los frutos que están dando?". Dicho esto se retiró.
Sembremos amor, paz, sabiduría, para no lloran mañanas como hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario