sábado, 2 de febrero de 2008

La noche de Iemanja en Salto



Hoy, como cada 2 de febrero, un canto, miles de plegarias y la veneración por Iemanjá
El día 2 de febrero se festeja en todos los países americanos del Atlántico Sur el día de Iemanjá (o Jemanjá, o Yemanyá), orixá femenino del panteón yoruba originario de Nigeria y trasladado al continente americano en el periodo del tráfico de esclavos junto con el resto de sus religiones y costumbres. Siguiendo las prácticas del sincretismo, se identificó con ella a la Virgen María bajo su advocación de Stella Maris, patrona de los navegantes, marineros y pescadores, que quedó así trasformada para los afroamericanos en Iemanjá, diosa que reina en el mar, madre generosa que representa también la fertilidad, con muchísimos hijos propios y adoptados, protectora de los barcos y de los pescadores y dueña de los frutos del mar.
El nombre de la Yemọja africana, nos cuenta Pierre Fatumbi Verger (1) “deriva de ‘yèyé ọmọ ẹjá’ (madre cuyos hijos son peces), es el orixa de los Ẹgbá, una nación yoruba establecida en otros tiempos en la región entre Ife e Ibadan, donde existe aun el río Yemoja. Las guerras entre naciones yorubas llevaron a los Ẹgba a emigrar hacia el oeste, para Abeokuta, a principios del siglo XIX. Evidentemente no les fue posible llevar el río pero, en contrapartida, transportaron consigo los objetos sagrados y el río Ògùn, que atraviesa la región, se torno a partir de entonces, la nueva morada de Iemanjá […] El principal templo de Iemanjá esta localizado en Ibara, un barrio de Abeokuta. Los fieles de esta divinidad van todos los años a buscar agua sagrada para lavar los axes en un afluente del río Ògùn, el río Lakaxa. Esta agua es recogida en jarras, transportadas en una procesión seguida por personas que cargan esculturas de madera y un conjunto de tambores. Iemanjá recibe sacrificios de carneros y ofrendas de platos preparados a base de maíz. Los saludos a Iemanjá son bastante interesantes, pues hacen referencia a sus características físicas y morales:
Reina de las aguas que viene de la casa de Olokun
Ella usa, en el mercado, un vestido de cuentas
Ella espera, orgullosamente sentada, delante del rey
Reina que vive en la profundidad de las aguas
Ella anda alrededor de la ciudad
Insatisfecha, derrumba los puentes
Ella es propietaria de un fusil de cobre
Nuestra madre de senos llorosos
Llegada a las costas latinoamericanas, sigue Verger, Iemanjá se convirtió en “una divinidad muy popular en Brasil y en Cuba. Su axe es asentado sobre piedras marinas y conchas guardadas en una porcelana azul. El sábado es el día que le es consagrado, junto a otras divinidades femeninas. Sus adeptos usan collares de cuentas de vidrio transparentes y se visten, preferentemente, de azul claro. Le hacen ofrendas de carnero, pato y platos preparados a base de maíz blanco, aceite, sal y cebolla. En la danza sus iaôs imitan el movimiento de las olas, flexionando el cuerpo y haciendo curiosos movimientos con las manos. […] Manifestada en sus iaôs, Iemanjá tiene un abanico de metal blanco y es saludada con gritos de ‘Odo Iyá’ (madre del río) […] En Brasil es sincretizada con Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, festejada el 8 de diciembre y, en Cuba, Con Santa Virgen de Regla, festejada el 8 de septiembre. En estos dos países ella esta mas ligada a las aguas saladas, por ello, las personas hacen abstracción, en Bahía, del sincretismo que liga Oxum a Nuestra Señora de la Candelaria, festejada el 2 de febrero, pues es en esta fecha que se organiza un solemne presente para Iemanjá. Eso muestra que el sincretismo entre los dioses africanos y los santos de la iglesia católica no es una rigidez y de un rigor absoluto.”
CANDOMBLE Y ATABAQUES
En Bahía, según lo cuenta Carybe, Iemanjá “todos los años recibe el humilde regalo de sus hijos pescadores. Yemanja, la Reina de las Aguas, en el día 2 de febrero, recibe flores, perfumes, mensajes, peines, dinero, aros y brazaletes en las playas de Rio Vermelho. Sobre todo son flores, enormes balaios de flores lo que transportan los saverios y balsas para alta mar, donde son depositados en las aguas profundas donde ellas vive […] En las primeras horas de la tarde el gentío cubre la playa y los peñascos, gente de candomble danza para Yemanja en la pequeña enramada de paja de palmera donde los atabaques llaman con sus toques predilectos y las voces roncas de los pescadores cantan antiguos cantos en lengua yoruba, cantos que ellas oye hace siglos en las costas del Atlántico, tanto en las de Africa como en las de América: Iyá olo oyon oruba ‘madre de los senos húmedos’. Yemanja, madre de todos los orixas y de todos nosotros, en el verde-verde de sus aguas profundas oye el pedido y viene a Bahía; puede estar en Santiago de Cuba o en Haití, en el Golfo de Benin o en Sao Luiz do Maranhao, mas ella no dejará de venir a recibir las flores, los espejos y perfumes que sus hijos depositan en sus profundas aguas verde-verdes. El mar florece de velas que a viracao empeña, estira, rellena como el vientre fecundo de Yemanja, madre de los senos húmedos, madre de todos los orixas y de nosotros.”
EN SALTO
En Salto hay muchos terreiros y pai de santos que veneran a Iemanjá. En Playas Las Cavas hay un pequeño monumento con su figura, y en cada 2 de febrero, al atardecer fieles adoradores de la diosa de las aguas se reúnen para cantarle y hacerle ofrendas. También se pide por trabajo, por salud, dinero y amor.























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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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