domingo, 21 de diciembre de 2008

Cuando Estela esperaba A Alfredo

LLEGAS RESOPLANDO...

Llegas resoplando como una locomotora

como una barca traída por los vientos

y llegas al puerto de mi cama

a amarrarte

tibia y serena.

Tu geografía despareja

te ata cordilleras a la cintura

y es tu vientre el cofre donde guardas

el oro más preciado; el de la vida.

Allá afuera, el cielo trae tormentas

desata ráfagas salvajes

de un viento que estremece, la dársena, la escollera

y se pone a silbar de mal talante.

Entonces, pongo mi viejo corazón de puerto

transformo mis brazos en tus muelles

y desde el faro del vigía suelto un canto marinero

para que cierres poco a poco tus postigos.

Te oigo respirar acompasada

con esa paz de niña buena

y me siento el más feliz de los mortales

por el simple hecho de quererte.

Nosotros que supimos de naufragios

de amores perdidos entre las olas

hoy izamos las velas de un sueño

que navega a nuestras costas

desde hace casi nueve meses...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

flamencos

flamencos
ustedes se la pasan haciendo piquitos

Etiquetas