lunes, 17 de diciembre de 2007

La abuela se prepara para "Patinando por un suéño"


La abuela lo dijo muy convencida, “yo no le tengo miedo ni a Ximena Capristo y Anita Martínez, me voy a presentar en “Patinando por un sueño”. Todos quisimos reírnos, pero, ella, con su mirada de Reina Madre, nos frenó en seco. Al rato tuvimos que aceptar que la cosa iba en serio. El pobre chanchito que estaba junto a su cómoda, sufrió el duro ataque a martillazos, de la madre de mi madre y de las tres tías que estaban en el salón. Yo me levanté lentamente y en forma distraída comencé a poner distancia.
- ¡Nene!.- La voz de la abuela me paralizó. – Nada de irte, me tenés que acompañar a elegir los patines. Mi amor de nieto es muy grande, pero seguir el juego me parecía un tremendo abuelicidio.
- Nona, ¿te parece que yo tenga que acompañarte?
- Los nietos saben mejor que nadie elegir las cosas para sus abuelos. A parte, la vieja de tu madre y las jovatas de tus tías, jamás elegirían algo como la gente.
- Si es así, bueno, vamos…
Recorrimos varios comercios y por allá encontró unos patines, que eran de ruedas y no de hielo.
- No sé si Tinelli te lo va aceptar, Nona.
- Con que me lo acepten Camejo y Carlucho Tetamantti me conformo.
- ¿Qué tienen que ver ellos?
- Me dijeron que en el baile de despedida del año de la AJUPEN harán un concurso de “Patinando por un sueño”.
- ¿Y tenés pareja?
- No, con el correr de los años una pierna se me arrolló más que la otra.
- Digo si tenés pareja para bailar.
- No, pero, ¿lo invitaré a Malaquina, a Cacho Errea, al Daro Minutti, o a los propios gurises de Ajupensal, qué te parece?
- Y cada desconocida tiene que bailar con un famoso.
- Entonces, elegí los mejores…

flamencos

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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