El Plan Ceibal en Cardal provoca entusiasmos en pobladores

El Plan Ceibal –Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea- tuvo su comienzo el 10 de mayo pasado, cuando con la presencia del presidente Tabaré Vázquez se entregaron 160 computadoras a los niños de la escuela Italia, la Nº 24 de Florida, la única existente en Cardal. Fue una experiencia piloto, destinada a extenderse a todo el país durante 2008 y 2009. Así lo estableció el jefe de Estado, que en esa ocasión dijo: “Nuestro objetivo estratégico es que todos los niños tengan acceso al conocimiento informático en un marco de equidad. El proyecto dotará, a cada alumno y a cada maestro de las escuelas públicas del país, de una computadora portátil especialmente diseñada para este fin”.
Cardal es un pequeño pueblo de alrededor de 1.200 habitantes cuyas vidas giran en torno a la lechería, según explicó a Conexión Tecnológic@ el ingeniero agrónomo Carlos Cladera, presidente de la Junta Local Autónoma. “La cooperativa Grupo Cardal, los camiones, los fletes, la agencia de ANCAP, la barraca, todo, todo, está relacionado con la lechería. En un radio de 20 o 30 kilómetros lo que hay son tambos medianos y grandes que envían su producción a la industria; aquí no hay queseros artesanales, toda la leche se remite”.
¿Por qué se eligió Cardal para la experiencia piloto? Lo explica a esta publicación electrónica el director de la escuela Italia, maestro Marcelo Galain: “Se eligió Florida porque la comuna tiene sistema digital, lo que favorece la conectividad inalámbrica; después fue necesario buscar un lugar con una única escuela, porque las primeras máquinas donadas fueron 200 y no se las iban a dar a una y a la otra no; el alumnado, entonces, no podía pasar de ese número. En esta situación también estaba la escuela de Mendoza, pero ésta es de tiempo completo, y sabemos que la mayoría de las escuelas del país no lo son: como experiencia para ramificar después, la de Mendoza no servía”.
Galain estima que estos meses han sido muy positivos. Él, aunque recibió con fervor el Plan Ceibal, temía que fuese algo destinado a quedarse en el entusiasmo inicial. Por el contrario –afirma- si se hace una gráfica ese entusiasmo de docentes y alumnos no deja de crecer; y eso se explica –en parte- “porque aún no le hemos sacado todo el jugo a esta herramienta y todos los días aprendemos algo nuevo de ella. Sobre todo ahora que nos entregaron las nuevas, porque hubo un recambio con las que se eligieron para todo el país, y éstas vienen con muchas cosas nuevas”.
El director insiste en el término “herramienta”: “No coincido con algunos medios que hablaron de ‘los nuevos cuadernos de los niños uruguayos’, porque se sigue trabajando con el lápiz, el papel, la goma, el cuaderno y todos los útiles habituales. Esto es una herramienta más, y está a criterio del docente cómo utilizarla y para qué”.
Galain considera la experiencia de estos meses como “muy buena, muy positiva” y asegura que si “me tocara decidir de nuevo si la acepto o no, con mi grupo de docentes lo volvería a hacer. Fue un ir juntos, en el manejo de la parte técnica, con los niños; muchas cosas nos las enseñaron ellos. Como dijo (la directora de Primaria) Edith Moraes, si esperábamos que todos los maestros tuviésemos una capacitación en computación, esto se largaba no se sabe en cuántos años. Y aquí en cierta forma se cumplió el ideal de todo docente: que el discípulo sepa más que el maestro”.
Desde el punto de vista pedagógico, Galain sostiene que “las máquinas han ayudado en cuestiones de texto y de lectura, temas en los que veíamos debilidades en el aprendizaje de los niños. Se crearon blogs, cada clase tiene el suyo, se puede sacar fotos y escribir en su costado, y todo esto favoreció mucho”. En cuanto al aprendizaje de la matemática, el docente confía mucho en las nuevas máquinas, que acaban de ser entregadas, porque tienen programas más accesibles y fáciles en cuanto a su manejo, pero los frutos comenzarán a verse el año próximo. De todas formas, con el uso de las primeras ya se advirtieron avances en esta materia que es uno de los talones de Aquiles de la educación uruguaya. Pero las computadoras también producen lo que el director llama “impacto social”, derivado de que los niños llevan las máquinas a sus casas. “Un padre –expresó Galain- me decía que el chico se durmió y que él siguió con la computadora y pudo leer en páginas de Internet autores y narraciones que no conocía; estuvo hasta las 3 de la mañana y dejó porque al otro día debía trabajar”.
Galain resalta que ahora oye a los padres de los niños hablar de las características de los programas, usar palabras que hasta hace poco les eran desconocidas y comunicarse con familiares y amistades que viven en el extranjero.
Además –agrega el maestro- tanto los niños como los padres comienzan a leer los diarios y a obtener información de ellos.