jueves, 7 de agosto de 2008

Victor Lima, biografia


Nació en Salto, en calle Uruguay 829, a los fondos de la flia. Mazzula, frente a la casa donde vivió Horacio Quiroga cuando niño y en su juventud.Disfruta mucha de su infancia en los campos de su abuelo don Estanislao Rodríguez en la zona del Arapey Chico lo que sin lugar a dudas marca su niñez, a los diez años ya escribe sus primeros versos.Va a la Escuela de López, hoy Escuela N°1 Gral. Artigas, donde en mas de una oportunidad su madre era llamada por su maestra por quejas de que Víctor se pasaba haciendo versitos y los tiraba en clases. Estudió en el liceo Osimani.Allí estuvo pocos años, hasta los dieciséis. Luego comenzó su caminar: «El hombre, cuando camina, aprende, quiera o no quiera; sé de gente que camina y que nunca fue a la escuela».Retorna a la ciudad a estudiar y a los dieciséis años se traslada a Montevideo e ingresa a las filas del Ejército donde estuvo aproximadamente dos años.Se traslada luego a Buenos Aires donde permaneció cinco años, allí realiza distintos trabajos sin dejar nunca de escribir.Allá conoció a Abel Fleury y toma el estilo de la zamba para sus interpretaciones. A su retorno a Salto en 1944 en oportunidad del casamiento de su hermana, se une a un gran movimiento cultural denominado Asociación «Horacio Quiroga».En el Ateneo Municipal y en el teatro Larrañaga comienza a recitar sus propios poemas.Hombre de profunda y rica inspiración, sencillo, humilde y bohemio suele recorrer las calles de Salto departiendo su encanto de artista.Viaja luego al departamento de Treinta y Tres, a orillas del Olimar, donde conoce a Ruben Lena y se hace el maestro de Los Olimareños, quienes se interesan por su poesía.De el aprenden la música y muchas de las letras de sus canciones fueron inmortalizadas por ellos.Cantaba porque era su destino y sus composiciones se dispersaron muchas de ellas sin su firma, porque al viento no le gustan las firmas. Su tema es el camino. En él no existen influencias literarias, él sólo escuchó las voces de su corazón, que son las más difíciles, sólo siguió la ruta que le marcaban dos estrellas: el canto y el camino. Vuelve enfermo a Salto y continúa escribiendo llegando a tener en su haber ciento veinte poesías.Se deslumbra e identifica con la naturaleza. Se integró al grupo de la naturaleza disfrutando de las cosas sencillas de la vida. «Milongas de Peñaflor» (1969) reúne sus milongas y canciones. Tuvo un única relación amorosa en su vida y fue con Guiomar una joven sanducera de quien no se tiene datos, pero debido a su bohemia no duró mucho tiempo.El recordar la figura de Víctor en estos tiempos en que nos hace tanta falta, en esta época en que nos invade el consumismo, donde lo popular no está presente.Que falta que nos hace poder contar con Víctor en una sociedad donde los pobres lo toman como el personaje de ellos.Ese poeta músico que siempre estuvo entre los humildes de este Salto con la rebeldía de la injusticia social que existía para ellos, no morirá jamás.Su figura trasciende la sencillez, el tiempo y el olvido la memoria, el reconocimiento, el agradecimiento, a su persona es el mejor homenaje póstumo.

(tomado de Diario Cambio)

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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