-Vamo’ a romper la noche, que se apronten las minas!
- Meta twist nomás
“La noche de la nostalgia”, para algunos es la verdadera fecha patria
Estamos en vísperas de otra noche de la nostalgia. Se cuentan mil historias sobre su nacimiento, hace tantísimos años, cuando los nostalgiosos eran otros. Hoy poco importa como comenzó, “lo importante es competir”, y todos los señores y señoras de cuatro décadas en adelantes (y algunos colados de treinta y picos también), se preparan para el día del mayor acontecimiento del año. Para muchos es el verdadero “Día de la Independencia”, porque dicho sea de paso se independizan de todos, de los hijos, los nietos, las suegras, las nueras, los yernos, y todo sujeto que se les oponga al libre albedrío. Entonces es un deleite ver a los jóvenes de ayer, a los de anteayer, los de trasanteayer, mezclándose, en la pista, haciendo farándulas y movimientos pélvicos al son de música prehistórica. Los boliches tienen variadas propuestas, tres pistas o cuatro, y otras tantas barras para apagar la sed.
Los faunos “nochenostalgiosos” pertenecen a todas las especies, están los que se amasijan igual que hace 30 años con Barry Manilow, Air Supply, Billy Joel y ainda mais. Están los que van a conversar no bailan, pero quieren estar con los amigos de antes.
- Que querés que te diga, yo prefiero a Beethoven…
Están los beatlesmaníacos y los que se ponen a recordar a los disc jockyes vernáculos. – Vieja, ¿vamos a bailarnos un oldie lentón?.
Y la doña, que sabe desde hace más de 30 años, que cuando el marido arranca para ese lado, al final de la noche hay alegría. No importa que ante la alegría era más seguida, la alegría es alegría y bienvenida sea cuando llega, eso lo sabe toda mujer..
Está el vecino, que se sumó a la barra el año pasado y que después del segundo “on the rock”, se puso a gritar.
- Poné una de Stevie Wonder.
- Pero viejo, a vos ante te gustaba Boney M.
- Porque no ponen uruguayos campeones.- Grito otro a su lado.
Y al sonar la música de los Bee Gee, salieron tantos Travolta que ni les cuento. Claro que el John tenía una estampa de aquellas, pero estos del 2007 – y seguro que se repetirá en el 2008 – está con sobre peso, con el cinto flojo, la camisa desprendida, pero repitiendo cada paso de “Fiebre del sábado por la noche”.
- ¡Que alegre que está hoy tu marido!, él tan serio y concentrado en su trabajo todo el año…
- Está desacatado, la verdad. De tan desaforado que está salió a bailar con una desconocida creyendo que era yo. Menos mal que les traje las pastillas.
- ¿De viagra?
- No para los huesos y el lumbago. No sabé lo destartalado que quedó el año pasado…
- Mirá tu primo, vino con los pantalones Oxford, se hizo el África-look y se puso la camisa fluorescente.
- Che y si nos vamos para la otra pista, aquella de tropicales. Están pasando música de Los Wawancó, el Cuarteto Imperial y de Chico Navarro…
- Dale vamos, después le pedimos algo de Casino, El Cubano, Sonora Borinquen.
- A mi me gusta La Palacio y la Cumanacao..
- Vamos a divertirnos che, que la vida es una sola.
- Hay que darle gusto al cuerpo para que no sea desconfiado.
Acodado en una de las barras, Arturo y Gustavo consolaban a José Luís que lagrimeaba como loco. Hugo llega y pregunta, ¿qué le pasa?
- Es por la canción de Neil Sedaka, "Oh Carol"..
- Todos la bailábamos..
- Si pero a él lo dejó la novia esa noche en plena canción y terminó bailando con su sombra, con un pedalín que mandaba parar de lejos. Por eso, cuando escucha la canción llora..
En torno a una mesa cuatro mujeres comentaban, mientras miraban a la pista
- El Andrés sigue siendo churrito como hace 30 años, pero cada vez tiene menos pelos y más panza…
- Y la mujer, cada vez se viste peor, parece un petirrojo…
- Y pensar que todas estábamos loca por él, y eligió la más desprolija..
- Quien sabe que le vio.
- Y el amor es ciego…
- La que está avejentada es la Rita, y eso que es de nuestra edad..
- También con la vida que le hace pasar el marido. Para él no hay de nostalgia, siempre le siguió dándole a la noche, al trago y a las mujeres.
En la otra punta de la sala, unos maridos intercambiaban tarjetas y se prometían verse más seguido, para otras parrandas.
- A mi con la de esta noche me alcanza, ya no estoy para estos trotes.
- ¡Ah!, yo viagra..
- ¿Le das a la pastilla?
- ¡Semental viejo nomás!
- Viagra..decé terminar bien la noche….
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