hoy es el cumpleaño de mamá

Hoy es el cumpleaños de mamá. Los hijos nos reunimos en la casa de la vieja. La verdad que es grande nuestra parentela. Y en reuniones familiares de esta naturaleza pasan cosas como las que siguen:
- ¡Vieja!, ¡viejita querida!, ¡feliz día!.
- Muchas gracias mijo.
- Mirá lo que te traje, ¡cinco litros de vino!.
- Pero nene, si vos sabés que yo no puedo tomar por la presión. Las pastillas no me dejan tomar nada de alcohol.
- No importa vieja, lo tomamos nosotros ahora, cuando vengan los demás..
- ¡Mamá!, no sabés las ganas que tenía de verte, de saludarte. Te traje estos postres hechos.
- Pero nena, no te hubieras molestados, con la cantidad de gurises que tenés vos…
- No diga eso mamá (y casi en secreto, muy bajito al oído, le dice) mirá que lo saqué a tu cuenta porque el "Bebe" no cobró en el trabajo todavía.
- Che vamos a festejar que la vieja se merece esto y mucho mas…
- ¿Qué hiciste de comida, mamá?
- Ravioles que encargué, ¡somos un batallón!, somos…
- ¡Vamos a tomar el vino!
- Al Gurí que me toque el postre antes de tiempo, lo reviento…
- ¡Ay!, tía, siempre la misma exagerada vos.
- ¿Te acordás vieja cuando nos llevaba a la escuela?, ¡que lindos tiempos aquellos!.
- Si, y después me volvía loca blanqueando las túnicas porque vos y tus hermanos parecía que se revolcaban por gusto.
- Siempre fueron medio relajados.
- Vos también nena. Cuando me dibujabas corazones y nombres de varones con tinta, vos también.
La fiesta se prolonga por la tarde, entre cantos, cuentos y bailes.
- Hay que ir a buscar algo para tomar, hace rato que estamos de pico seco.
- Abuela, ¿podemos sacar dos cocas a tu cuenta?.
- No hay nada en el mundo como una madre.
- ¡Viva la vieja!, ¡hic!
- El tata se durmió en la silla.
- El tío Andrés en el baño.
- ¡Viva la vieja dije!, ¡hic!
- Tengo hambre.
- CAMACA-