La pampa viene de luto
La mujer era de poco hablar. Siempre rondó en silencio en medio de tantas historias. A veces apenas salía del rancho, anunciaba a un circunstancial o le hacia un pedido al Inodoro y se quedaba al cobijo del alero del rancho.
Nunca había visto a Pereyra ir y venir tan desnorteado, quejoso, en un mar de lágrimas. Al Mendieta aullarle a la luna en plena tarde. Entonces, la Eulogia supo que su presentimiento se corporizaba, y masticó por lo bajo.
- El patrón ya no escribirá más, la Pampa viene de luto.
- Camaca –
Desde Salto, Uruguay
La mujer era de poco hablar. Siempre rondó en silencio en medio de tantas historias. A veces apenas salía del rancho, anunciaba a un circunstancial o le hacia un pedido al Inodoro y se quedaba al cobijo del alero del rancho.
Nunca había visto a Pereyra ir y venir tan desnorteado, quejoso, en un mar de lágrimas. Al Mendieta aullarle a la luna en plena tarde. Entonces, la Eulogia supo que su presentimiento se corporizaba, y masticó por lo bajo.
- El patrón ya no escribirá más, la Pampa viene de luto.
- Camaca –
Desde Salto, Uruguay
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