domingo, 19 de abril de 2009

de la Fiesta de la Primavera de Dolores (Soriano)

¿AQUELLOS PARROQUIANOS SEGUIRÁN DISCUTIENDO?


José hacía años que se había retirado de la actividad. Comentó que vendió el bar a los pocos días de culminar el Mundialito de 1980 en que Uruguay fuera campeón. “Pero lo que le cuento pasó veinte años antes, usted saque cuentas, para muchas cosas no tengo retentiva, pero, para las cosas del bar...como si fuera ayer, mire. Mucha gente ya no está, se fue de Dolores o se murió, ¿se da cuenta?, son muchos años, con decirle que apenas puedo con mis huesos, le digo todo”. José me sirvió un vaso de vino, con esa ceremoniosa forma de sus días de barista. En un tono paternal me dijo, “tómelo con confianza que es un vino bueno, tiene cuerpo”. El hombre había superado con largura la barrera de los setenta años, pero, mantenía su energía, movía constantemente los brazos, gesticulaba y en pocas palabras describió su bar, ubicación del mostrador, las mesas, y los nombres de algunos parroquianos. “El que vino con la novedad fue Cabrerita. Entró como era su costumbre, con el sombrero en la mano, que iba directo a un perchero que estaba junto a la puerta. Yo le serví vermouth y saqué el limón para cortar un rodaja. Se sentó frente a mi, apoyó sus manos en el mostrador y me dijo, “parece que la gente del Liceo está armando un desfile para esta primavera con pitos y matracas”. Bajé la radio en la mitad de la canción del “Linyera” cantada por Antonio Tormo y

le pregunté qué era eso y me dijo: “No sé muy bien, porque le contaron a mi hija, parece que van a desfilar los profesores y los estudiantes, se van a disfrazar y van a salir a caballo, en carro, en toda clase de vehículos. Dicen que en estos días van a salir a pedir colaboración a la gente, no sé bien como es la cosa”, dijo y se quedó callado, de cara al vermouth como siempre. Los que solían caer por el bar estaban Tomás Elías y Jacinto el mercedario, pero esos, cuando no discutían de fútbol lo hacían de política, uno ponderaba a los blancos y que al fin había un gobierno de verdad en el país y el otro era un intelectual de aquellos que no vienen más, hablaba de Cuba y de los barbudos que sacaron a Batista y gobernaban ahora. Había veces le juro, que se olvidaban del mundo y otras que te daban ganas de gritarle, ¡los blancos van a duran poco!, o de un cañonazo los Estados Unidos hacen desaparecer la isla...

José siguió hablando, se le iluminaban los ojos recordando sus días en el bar, lo que era Dolores por entonces y recordaba los primeros desfiles de la Fiesta de la Primavera, “venían por Puig y se iban hasta el río...”.

Recordaba también de ese tiempo “ir al cine era un duelo en todo Soriano, porque las cintas que daban eran las de Clark Gable, ¡ y el pobre no va y se muere ese año!. La patrona y muchas mujeres lloraban a moco tendido...”.

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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