miércoles, 18 de abril de 2012

¡Si lo conoceré al Pol Macarny ese, si era de mis tiempos!
















- Dónde quedará el baño del Estadio?




No hay con que darle al abuelo, está cerrado con el recital de Paul Mc Cartney en el Estadio Centenario, lo invitamos todos los nietos, pero no quiere ir, dice que no es el mismo de antes, Paul, no él, que el que cantaba lindo era el “Yón”.
-Miren gurises, yo los quiero mucho y le agradezco la invitación, pero yo todavía no estoy para el club de la Tercera Edad. ¡Si lo conoceré al Pol Macarny este, si era de mis tiempos. Es más, los primeros cocteles, bailes, salidas, fueron con sus músicas. Me acuerdo que mi padre le decía a mi madre que había fracasado, que yo le había salido fallado que en vez del tango, me gustaba estos que cantaban en raro, tenían unos cepillos en la cabeza y que eran unos desalmados ya que hacian llorar a todas las mujeres en sus recitales. El viejo era medio exagerado, pero bueno, nosotros íbamos al cine, a los bailes, escuchábamos en aquellos tocadiscos, o en las radios, aquellas canciones que eran lindas, no sabíamos lo que decían, pero eran lindas. A mi me gustaba el “Yón”, al Toti le gustaba el Ringo porque era loco de simpático y feo como él. Al Marciano le gustaba el “Yorg”, porque tocaba la guitarra que se las pela y él estaba aprendiendo música. El Azúcar le gusta Paul porque soñaba con tener su pinta para enloquecer a las mujeres. A las gurisas le gustaban los cuatro y lloraban como pelando cebolla, en el cine, porque ni pensar en verlos en vivo… Ellos eran de “Liverpul” o de “Guander”, de un club de eso, pero vivían por donde la reina perdió su anillo…
- De Liverpool, de Liverpool, tanto, te cuento abuelo, que los dirigentes de Liverpool de Montevideo lo querían hacer socio honorario del club que va primero en el uruguayo, pero resulta que el tipo es hincha del Everton, es como querer hacerlo de Peñarol y es hincha de Nacional, ¿me entendés?
- Un disparate.
- Más disparate abuelo es que le organizaron un asado para después del recital, y el tipo es vegetariano…
- Y que coma boniato asado como comemos nosotros los domingos o una calabaza, lo importante es que vaya, porque esas reuniones no se desprecian.
- No, pero él no es de esos trotes abuelo. El toma el té a las cinco.
- Bueno abuelo, si no querés ir y reencontrarte con tu pasado musical, quedate en casa tomando un whisky y a otra cosa mariposa….
- No voy, pero pago la actuación del tipo…
- La pagamos lo que vamos abuelo, no te pedimos un peso, además queríamos entre todos pagarte una entrada y que vos disfrutara, pero bueno, como a porfiado no te gana nadie, no te vamos a contradecir…
- A ustedes le falta mucho mundo gurises, vayan y disfruten, pero, es como les digo, yo también pago la entrada, sus tíos, sus vecinos, todos pagamos, porque Antel si gastó 200.000 dólares con Los Olimareños, averiguen cuanto gasta en esta oportunidad y como Antel somos todos, todos pagamos. Aparte, habrá pantalla gigante en el Campus de Maldonado y en el Paiva Olivera de Rivera, por qué no en el Merazzi, el Araújo o en cancha de Gladiador, los salteños tienen derecho también, ¿no?
- Te sale el viejo rencoroso del alma, abuelo, hay que patrocinar lo que vale….
- Bueno, vayan y después me cuentan. Yo no voy a ir verlo subir de bastón y temblequear al cantar, yo que lo vi siendo un pibe, que corría y saltaba en todas las películas. Aparte, a mi me gustaba el “Yón”, el Paul Macarny este era muy lindo, muy de cine, el otro podía haber nacido en cualquier barrio de aquí, encontrarlo en un boliche, en el fútbol. Además uno se pone a escuchar sus canciones ahora y es como adelantar la noche de la nostalgia, y yo una noche de cayengue y de llanto, una vez al año la aguanto, pero dos no, se me sube la presión….

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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