La veneración de los pies

( Rafael R. Valcárcel )
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Los indios chaquiñas continúan creyendo que el alma y la sabiduría habitan en nuestros pies, a pesar de seguir topándose con innumerables seres bípedos cuyos actos les demuestran que están equivocados. “La fe”, dicen los primeros.

Entre los segundos, el padre Juan Francisco Domínguez sobresale. Año 1574. Según las crónicas de la época, ordenó mutilar a cuatro indígenas. Según la tradición oral de los chaquiñas: sesenta. A dos —o a treinta— les cercenaron las extremidades inferiores. Los otros fueron decapitados.

“¿Creía acaso que morirían por no tener pies? Si te los cortan, el alma y la sabiduría no dejan de caminar junto a ti. Sin cabeza, quién le dirá al corazón que dé vida a la sangre”, discurre a media voz la actual matriarca de los chaquiñas. Guarda silencio. Un minuto después, agrega: “Algunos parecen ir flotando por el mundo. ¿No piensan ni sienten? ¿Renunciamos a creer que aún es posible salvar esto? Fe. Pronto bajarán la mirada y descubrirán de dónde vienen y a dónde no van”.