El hombre se detuvo a uno metros de la mesita que decía “Hoy juega”. Por su mente habrán pasado quién sabe qué cosas en esos instantes... Lo vi dudar un poco, y luego en una repentina decisión avanzar hacia la mesa, y luego de un cordial saludo, decir...
- Hoy no pude hacer la diaria, y me quedan diez pesos en el bolsillo, que es lo mismo que no tener nada. Y como no tengo apuro, me voy a pies a los Corrales, mañana ya se verá. Juegueme 5 y 5 a las tres y dos últimas cifra de su libreta....
Luego de tener la boleta en sus manos, se marchó con una ilusión, que quizás, no se rompa a las seis de la tarde, aunque la seguridad del sustento para este changador hace rato que no figura en la tabla...
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