La verdad sea dicha, por por hoy, el mejor ejercicio que hacen los uruguayos, es el paro. La conflictividad laboral se ha trasladado a toda la población, y hoy por hoy todo el mundo para por algo. Uno se levanta y antes de salir de su casa trata de informarse sobre quién para ese día, por qué, y hasta cuándo.
Cualquier pretexto es bueno para iniciar un paro, y si no hay plataforma reivindicativa, paramos igual y después pensamos porque lo hacemos y si no hay una razón para la protesta, protestamos porque no sabemos protestar y una protesta sin paro no es protesta, así que también paramos.
El paro se ha instalado en la sociedad yen los habitantes de todas las edades.
Mis hijos nomás, utilizan la herramienta del paro con total eficacia.
- Niños, por qué no hicieron los deberes?
- Porque estamos de paro.
- ¿Razón, motivo o circunstancia?
- Porque mamá cambió la tele, estábamos mirando dibujitos y ella pasó para la novela...
- Niños, ¿por qué no toman la sopa?
- Porque estamos de paro.
- ¿Me explican por qué?
- Porque no nos gusta que bañes las verduras con agua caliente, pobre verduras, se queman todas y quedan blanditas, hay que cuidar la naturaleza...
- Si, mejor compranos un helado de a kilo, que está frío y no sufre...
Las chusmas del barrio están de paro de escobas caídas y su demanda mayor es que no se pudieron enterar como la Coca, cambió de auto, pintó la casa y encima puso aire acondicionado y que ellas supieran, al marido no le aumentaron el sueldo, los hijos siguen vagos como siempre y a ella no la han visto en ningún movimiento raro como para decir que anda engañando a su marido. Así sin información no se puede seguir, no hay chusma que aguante, ¿cómo se puede barrer una vereda si no hay insumos para chusmear?.
También la doña que ve que el marido va del trabajo a casa, de la cocina al televisor, pasa del fútbol a Tinelli y solo recala en su cama para dormir y que hace tiempo no arruga las sábanas, besa y suspira como en aquellos años mozos o no hace tanto tiempo, cuando no tenía cable, sin ir más lejos...
- ¡viejo!, plegate a un paro de vez en cuando.- Le dice provocativa. Y el otro le responde...
- No hay necesidad vieja, el patrón nos aumentó por su cuenta...
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