Nosotros, a veces más a veces menos, terminamos copiando cosas a los europeos. Y esta semana que se va, en Salto hemos traído la niebla londinense, para darnos ese gusto, ¿vio?.
La mujer de un estanciero, de dos apellidos de alta alcurnia la doña, exclamó....
- ¡Hacia tanto que no iba a Londres, que Londres vino a mi!
El marido criollazo como ninguno y poco adicto a escuchar con atención a su mujer, interpretó a su manera las palabras de su conyugue, y ensayando una tímida protesta, comentó...
- Vos siempre gastando la plata en cualquier cosa...
- Y vos porque no sabe apreciar lo bello, lo culto, lo refinado, lo que es Londres para la gente como uno...Y claro, ¿qué buen recuerdo podés tener de Londres?, si durante nuestra luna de miel te embriagaste con un whisky escocés y te caíste al Támesis. Si andabas a los gritos pelados diciendo que el Big Ben estaba atrasado una hora y vos no habías cambiado el huso horario de nuestro país, ni cuando fuimos a Madrid ni a París antes...¿Y cuando confundiste a los ómnibus londinenses con casas rodantes...?. ¿Y cuando le gritaste maricones a un grupo de escoceses porque llevaban sus polleritas típicas...?.
- ¡Pero que la tenés con el Londres ese!. Ayer abriste las ventanas para escuchar a tu querido Big Ben y...
- ¿Y?
-Y eran las campanas de la Catedral llamando a misa..
JACK, ¿ESTÁS AHÍ?
Lo cierto es que Salto fue pura niebla esta semana. Y los comentarios de las vecinas sobre la novedad climática, entre escobas y escobazos, barriendo la realidad de un solo envión....
-Yo le digo que da miedo de salir a barrer vecina, porque a usted la reconocí por la voz hace un ratito, porque no se ve nada...
- Lo único que nos falta es que aparezca Jack el Destripador, porque esta niebla londinense es como en las películas, realmente da miedo...
- Por el barrio ya apareció Jack el Destripador, al vecino le destriparon como cinco pollos...los ladrones...
- Mire, mire, como viene el hijo del vecino, con una tranca loca...
- ¿Será alcohólica la niebla, ésta?
- Ese tiene niebla de tanto que toma y fuma esas hojas raras...
- ¿Hojas raras?
- Si, de esa que vende esa famosa mujer que todos nombran, hasta en la tele...
- ¡Ay!, vecina, usted me confunde más ¿una mujer famosa, y o no la conozco?, que en Salto conozco a todo el mundo…
- Pero, si, vecina, esa, ¿no me diga que no lee los diarios?, siempre está en la página 2 de LA PRENSA y la radio la nombra a cada rato, déjeme que me acuerde, ¿cómo es que se llama?
- Pero es de alguna familia conocida?
- El apellido no me acuerdo, mire, pero el nombre es Mary, si, si, Mary
Juana, ¿la sintió nombrar....?
SANTOS NIEBLA
- Mirá al santito del barrio!. Se equivocó de puerta, está entrando en la casa de la vecina, ¡también con la niebla que hay!
- Pero ese no precisa niebla para equivocarse, se equivoca seguido y la vecina ni protesta...
- El que se equivoca seguido es el almacenero, con esto de la niebla, pasa un precio por otro....
- ¿Y el carnicero?, le pedi chuletas, me dio osobuco y me cobró como pulpa de cuadril...
- Los cambios climáticos que le llaman. Seguro que la niebla de Londres se vino para aquí y el aire verde del naranjal como decía Víctor Lima andará por Londres, Por París, o por Barrio La Chinita, pero lo que es por aquí por la ciudad es una cerrazón mire...
- Estamos como turco en la neblina...
- Estamos...
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