sábado, 16 de enero de 2016
La guerra a la basura, la mas sucia que se recuerda
Allá lejos y hace tiempo, luego de un desborde monumental del río, en una comuna que tenía muy pocos y vetustos vehículos, y más pocos y vetustos operarios, se desató una guerra que al parecer estaba atada...
En realidad, volviendo al principio, no eran viejos, pero no les funcionaba la caja de cambio, es decir, no le entraba cuando querían poner primera para trabajar, tampoco calzaba la segunda, y la tercera patinaba, no estaban para el esfuerzo, vamos a decirlo, ya....
la basura de todo tipo y color invadía, como un ejército poderoso, bien organizado que se distribuía por toda la ciudad, y más aún, por las zonas donde el agua había pasado. El teatro de operaciones era inmenso...
Primero fue una ciudad sitiada, por el agua, y luego por cantones de basura y luego el avance, firme, organizado, y de gran volumen, de desechos hogareños, cocinas, calefones, comedores, livings, cielorrasos, ventanales. Finalmente la basura cotidiana que se saca a la calle aunque no pase el recolector ese día, por costumbre nada más....
La ciudad está a punto de ser tomada por el nefasto ejercito de la basura, el oloroso ejercito de la basura, el contaminante ejercito de la basura, el inhumano ejercito de la basura...
Es entonces allí, que un joven y valiente alcalde toma la decisión de convocar al ejercito salvador, cansado ya de convocar a sus huestes comunales, que no responden, ni con hombres, ni con vehículos, que todos mandan y ninguno obedece, que dan parte de enfermo por tal de no ir a la guerra contra la basura.
En medio de ello, uno de los jefes principales, reconocido por sus grandes rastas, sus palabras agudas y combativas, vencedor de batallas anteriores, que con su arrojo y audacia, sacó al líder anterior y ayudó a que expulsaran a muchos funcionarios que pensaban distinto, perdió sus rastas al comienzo mismo de esta nueva guerra, y le sucedió como a Sansón, perdió las fuerzas, perdió las ganas, y se perdió en la oscuridad del bunker, otrora comando de operaciones de muchísimos logros, y ricos asados.
Con ese panorama llega el ejercito, para la operación "cinco dedos", cada dedo es un día, según señala el jefe desde allá de Montevideo, el generalisimo Ñato, que le arenga a sus soldados..."tengan cuidado gurises, estén atento que no le roben los fusiles como en el Batallón Florecido".
Y recordando a Churchill da la orden de guerra (a la basura): "Deberíamos defender nuestras calles, sea cual sea el coste, debemos luchar en entre los pozos, la mugre, debemos luchar en los campitos de fútbol, debemos luchar en las colinas de basuras, nunca nos debemos rendir"..
Una vez más se cumplió aquello de William Westmoreland: "Los militares no comienzan las guerras. Los políticos comienzan las guerras", porque el llamado fue del alcalde. Quien le entregó el mando al jefe de operaciones, un oficial que vino de una de las mejores academias del país, y le dijo, "mire que hay mugre, no se ande con chiquita jefe y préndale cartucho nomás, no deje ni un pañal de bebe tirado, barra con todo, eso, si, cuídese, porque el enemigo es muy sucio, muy ruin, y tiene mal olor....
A lo que el joven oficial respondió, con la vieja frase del gran Alejandro Magno: "No tengo miedo de un ejército de leones guiado por ovejas; tengo miedo de un ejército de ovejas guiado por un león". Como el alcalde no entendió que quiso decir, respondió:
- Confío en usted soldado, y le digo: "Los dos guerreros más importantes son la paciencia y el tiempo".
- "La historia está llena de guerras que todo el mundo sabía que no ocurrirían, señor alcalde, pero nosotros cumpliremos como dijo Enoch.
- Hay mugre que merece juntarse, pero por favor oficial, cuídese, no se ensucie, a ver si tenemos que mandar su ropa de fagina a la tintoreria, y usted sabe que el municipio no tiene plata por culpa del anterior alcalde....
-Avanza el enemigo a paso redoblado/ y al viento desplegado su sucio pabellón".
- bueno, si va a cantar soldado cante cometa de la farola o el tango de Ferro, que son himnos que levantan el ánimo....
- Esta guerra a pico y pala, con retro y con camiones nos verá triunfante, la basura no pasara, venceremos...
- Hasta la victoria siempre....comandante...dentro de cinco días nos vemos y la semana que viene pasen a cobrar....
- Como dijo Chesterton, mi alcalde: "El verdadero soldado no lucha porque odia lo que hay delante de él, sino porque ama lo qué hay detrás de él, y hay un mugraje bárbaro, pelearemos sin tregua y sin desmayo, y avise a la gente que una vez que limpiemos el lugar no vuelvan a tirar basura, porque eso es alimentar al enemigo, darle municiones y desgastar a nuestros soldados. Si todos luchasen con sus propias basuras, no habría guerras. amontonada, en ningún sitio...
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
flamencos
Etiquetas
- Can (1)
No hay comentarios:
Publicar un comentario