sábado, 12 de octubre de 2013

Desde las entrañas: Nelson Ramos












Nelson Ramos, 1932 -2006 Dolores (Uruguay). Desde 1958 participó en numerosas muestras en Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Francia, Italia, Perú, Paraguay, Rusia y Venezuela y desde 1971 creó el “Centro de Expresión Artística”, taller de arte que dirigió hasta su fallecimiento. Fue una de las figuras más relevantes y prolíficas del arte uruguayo .






Nota: Prof. Alicia Haber. Directora de ARTE).- Se lleva a cabo una exposición homenaje a Nelson Ramos en la Fundación Iturria, Schroeder 6514. Con esta exhibición se inauguran las actividades de esta Fundación.
Nelson Ramos , 1932 -2006 tuvo una larga trayectoria artística y diversas etapas. El manejo magistral de la línea y el dibujo signan las primeras fases creativas de Ramos y revelan sus condiciones de dibujante y a la vez de  diseñador, tanto gráfico como industrial. Su primera serie consiste en obras abstractas de témperas y tintas chinas de mediados de los años 50, revela una atracción hacia la obra geométrica dinámica realizada en base a círculos y discos concéntricos, ritmos y tensiones poderosos. En 1959 creó una serie en las que predomina las horizontales marcándose la diferenciación entre cielo y tierra. Más adelante entre 1962 y 1963 la mancha adquirió protagonismo y se liberó el gesto tanto en el dibujo como en óleos de gran tamaño.
Figuración inquietante
Al comienzo las primeras obras fueron más abstractas aunque ya se insinuaban algunos rostros goyescos pero la figuración se fue haciendo más agresiva y predominante . La máscara mortuoria, la calavera, los rostros con ojos desorbitados y los dientes amenazadores se integran a zonas de figuras evanescentes y fantasmales y a formas abstractas tales como espirales, volutas, óvalos, circuitos o signos, letras, palabras completas, cruces, números, formas diversas de típo sígnico.
Nelson Ramos 2 MNAV
Los ecos de la muerte, el aliento ominoso y el “memento mori” sumado a lo grotesco y lo brutal son permanentes. Pero así como está presente  Thanatos también lo está Eros en figuras alusivas a penes y senos y también desafiantes frases como  “puta madre” o recuerdos de vínculos con la madre en la palabra “mamá”. Entre 1963 y 1970 Ramos realizó inquietantes dibujos figurativos con fuerte acento expresionista; muestra la impronta de diversas fuentes artísticas de los dos años que pasó en Europa (1963  – 64) y en particular de sus estadas en España. De allí deriva la influencia goyesca sobre todo en lo referido a la serie negra, pero a la vez ciertas vinculaciones con la caligrafía árabe y oriental descubierta en España. Asimismo hay vínculos con expresionismo abstracto y el informalismo muy importante en ese momento en el arte peninsular y en el Uruguay.
En las obras se establece  el contraste entre blancos y negros y el dibujo dinámico. Hay áreas de una profunda negritud inquietante, a veces enmarañada y aglomerada como un imán en el centro de la composición. El dibujo marca desplazamientos hacia abajo o arriba destacándose el intenso gestualismo vertical y la materia lograda con el espesor del óleo pastel preferido por Ramos en esos años (usaba también aguada para los fondos y dactilopintura) como en otras obras de esa serie.
Ramos no se proponía un tema específico, no partía de una idea preconcebida sino que empezaba a graficar y luego aprovechaba las figuras que le sugerían las manchas y grafismos. Espontaneidad, automatismo, grafismo intenso, variedad de líneas, propuestas más figurativas y otras sugerencias apenas, uso de grises, de negros y la constante de  la línea expresiva son los rasgos más evidentes de esta serie. La línea interrumpida, la mancha, lo gestual y lo ondulante no colide con  la contención ya  se instala una voluntad constructiva que luego será rasgo permanente en su obra. Orden, espontaneidad y geometría conviven.
Lenguaje abstracto
A partir de 1967  – 8 ( y aunque no abandonó los dibujos expresionistas hasta 1970) Ramos volvió al lenguaje abstracto. Adoptó sobre todo a partir de 1970 una línea de despojamiento cromático muy intensa reflejada en una pintura de caballete en la que se destaca la definición de una línea vertical a veces de un color especial como el rojo, el ocre o el naranja. Los blancos predominantes son en realidad matizados con colores para no oficiar de simples fondos ni crear la sensación de figura   fondo. En sus ambientes, también aparece esa línea vertical en una estructura volumétrica.
En su  pintura de caballete se destaca la definición de una línea vertical a veces de un color especial como el rojo, el ocre o el naranja. El tema de la vertical relevante durante años se observa en diversos momentos la composición, se duplica o dialoga con varios segmentos generando un dinamismo en la estructura. Ramos concibe esa vertical como una impresión digital, una línea que se dilata o afina, que va de dentro para fuera o de fuera para dentro, más cerca de la periferia o más cerca del centro de acuerdo a su intuición y no a una propuesta geométrica estable. Con estos movimientos y la importancia dada a la textura, su obra  se ubica dentro de una búsqueda sensible. La calidez está dada sobre todo en el empaste denso en algunas zonas de la obra. Ramos genera s superficies blancas o crudas, sutilmente matéricas, con suaves texturas  con toques de grises, ocres, marrones Pero además la vertical raramente es uniforme y geométrica; a veces inclusive se redondea y se curva.
Las instalaciones
Abordó la instalación con bidones y sillas desplegadas en el espacio. Un conjunto de sillas  pintadas de negro e  intervenidas por una delgada franja blanca que se llama “Dislocamiento” fue expuesta en el Museo Nacional de Artes Visuales. El objeto cotidiano es usado como soporte. Las sillas juegan como esculturas en el espacio, de diversas formas, unidas, paradas, acostadas, tiradas, dadas vuelta, y el blanco. La línea que las recorre está fragmentada y tiene un ritmo propio pero sigue una dirección, aparece y desaparece  y siempre es encontrada por el espectador.  Además del Arte Pop hay resabios minimalistas .
Rasgados, Tapados, Reversibles
En la década del 70, alrededor de 1976 y sobre todo entre 1978 y 1980, Ramos empezó a explorar la ruptura del plano dentro del cuadro creando estructuras abstractas con papeles. Creó los Rasgados  y Tapados destacados por su austeridad, la acumulación de papel común vinculado al arte povera, y el empleo del desgarro de ese papel. Los “tapados” son hojas de papel que cubren y encubren.  Ramos desarrolla la concepción del cuadro como un objeto. Aumenta esas búsquedas cuando comenzó a plasmar obras tridimensionales con maderas que creaban estructuras verticales: algunos extraordinarios ejemplos se encuentran en la colección Daros y son de 1976.
Pandorgas, Claraboyas y Tarascas
Desde 1982 construyó cajas que se destacan como una de las propuestas más significativas de su importante trayectoria. Empleando papeles diversos, hilos, maderas y cañas de pequeños tamaños, a los que manipula como un orfebre, Ramos creó esos cuadros – objetos. De ligeras armazones interiores, revelan su profunda atracción por los medios expresivos; Ramos tenía una relación artesanal con cada uno de los humildes, perecederos y frágiles materiales cuyas propiedades investigaba sin cesar. Recurría sobre todo a papeles  de diferente grosor, muchos de ellos traslúcidos y delicados, para elaborar una serie de planos complejos y heterogéneos que ofrecen siempre soluciones nuevas, ricas en ritmos, en estructuraciones espaciales, en búsquedas de profundidad, en juegos de sombras, en contraposiciones de verticales, horizontales y diagonales y en orientaciones diversas de planos triangulares. A veces algún etéreo volumen sale hacia el espectador  y en otros casos éste es invitado a adentrase en la infinitud del espacio.
Cada subespacio es un desafío a la imaginación constructiva. El juego sin fin de formas que se contraponen, el interior de cada obra abierta a los ojos del espectador, la penetrabilidad sugerida, la constante permeabilidad a la luz y al aire y los ritmos heteróclitos, singularizan a estas obras plástico espaciales. Ramos “abría” las cajas, permitía develar sus complejas estructuras, sugería lo secreto que se encuentra detrás de un plano y aludía a regiones espaciales y tensiones de formas.
Priman los valores táctiles. El color, muy ascético y despojado, que se reduce a ocres, blancos y algún toque de pincelada roja, azul o gris, no es sustantivo.
Ramos no atendía solamente a los valores plásticos sino que se alimentaba de estímulos temáticos del mundo exterior. Hay referencias muy concretas. En estas cajas se conjuga la comunicación del objeto, la comunicación de lo formal y la comunicación existencial.
Con sutileza apuntaba a episodios de la vida uruguaya y rioplatense como sucede en las serie “Pandorgas, Claraboyas y Tarascas” (1982 – 1988). La caja es en este caso un relicario del pasado que comprende la infancia de barrio, la antigua arquitectura montevideana, referencias a la Guerra de las Malvinas, a la opresión de las dictaduras platenses y a las destrucciones del patrimonio edilicio. Hay libres recreaciones del Barrio Reus al Sur, mojón urbanístico trágicamente demolido y abandonado en una “ciudad sin memoria” por la especulación inmobiliaria y  por los desatinos de un legislación arbitraria. El tema de las cometas es también muy importante. Las pandorgas y tarascas son reminiscencias de la infancia de Ramos y de la importancia de la actividad manual entre los niños uruguayos de entonces. Pero remiten, a la vez, a la espiritualización del vuelo, a la libertad lúdica con las que las cometas se desplazan y se elevan atravesando el espacio; parecen connotar no sólo el valor del juego sino también el de la libertad. Por otra parte esas profundidades ignotas a las que nos remiten sus complejas configuraciones espaciales, hablan de elementos oscuros, de lugares de difícil acceso, de oquedades misteriosas, de profundidades inaccesibles mientras los traslúcidos papeles parecen referirse a las formas diversas de velar la realidad. De todas maneras los mensajes son oblicuos y están lejos de toda recreación temática explícita como lo denotan “Después del silencio”, “Invasión en las Malvinas”, “Reus al Sur”, “Esqueleto de Avión”, “Restos de Tarascas”, “Pandorgas y claraboyas”,”Claraboya” y “El violín de Becho”.

En otra serie abordada desde 1987 Ramos opta por alusiones más explícitas. Es la reflexión que comienza a gestarse sobre el discutida conmemoración del “encuentro de dos mundos” que lo lleva a explorar otra iconografía. Entre 1989 y 1992 construye  “Colonización”, “Ellos aún nos miran”, “Latinoamérica”, “Invasores,”Humillación”, “Cholula” y “Tunatiuh”‘ que integran la serie  “La voz de los vencidos”. Los acontecimientos luctuosos que acompañaron a la conquista, y que se evocan a los 500 años de la llegada de Colón, son el detonador fermental.
Ramos se proponía mostrar visualmente el dolor de los que quedaron sumergidos por la historia. Urnarios, vampiros, esqueletos y calaveras, son recurrentes en ese mundo de espectros sufrientes. Escenas de saqueo, violencia, violación y conversión obligada de misioneros que optaron por un camino poco cristiano para conquistar las almas de los indígenas se despliegan en algunas instancias mientras sobrevuela la ominosa imagen del vampiro.
Nelson Ramos el coleccionista
En todas esta series Ramos se esforzó, sobre todo, por definir un arte con acento uruguayo. Rechazó modelos importados y al mismo tiempo desafía estereotipos sobre el arte de América Latina :en su arte no hay folklore, color local, mitos, magias, exotismo sensualidad o fantasía. Su constructivismo orgánico tiende a subrayar la identidad a través del uso de materiales “pobres” (apropiados a  un país subdesarrollado), de la dignificación de la manualidad (típico de las vivencias uruguayas) y de la valoración del proceso de construcción de la obra (otra característica de la vida local). El respeto por las cosas hechas a mano, tan uruguayo, se trasmite en las cajas de este artista que construye con morososidad enfatizando el aspecto artesanal de su labor. Es una manera de definir un arte nacional en oposición al “high tech” de los países desarrollados. El antiguo concepto de “techné” es reactivado enfatizándose la parte operativa de la creación como un elemento fundamental del discurso estético. “Las cajas” trasmiten, así, vivencias de una sociedad que rechaza la alienante superioridad mecánica y acentúa lo orgánico y vital frente a lo impersonal y tecnológico.
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En 1993 retorna a la creación de cajas abstractas esta vez creando series depuradas con madera, papel y collage. En piezas como “Gran Soplador” y” Gran soplador II” revelan un retorno a una abstracción más reduccionista donde los juegos formales quedan acotados a grandes superficies negras de marco irregular que oscilan entre el cuadro y el bajorrelieve y tienen la acendrada presencia propia de su formulación plástica.

En el 2004 creó una serie muy original en papel. Estas son creaciones de  muchos y diferentes papeles, de colores numerosos , de grosores heterogéneos, de texturas disímiles. Los papeles están pegados solo en la parte superior y por ello gozan de una libertad especial, un cierto aire aunque están enmarcados dentro de un contendor interno, una caja de cartón abierta.

Es sobre todo cuando rasgaba a mano o cortaba con trincheta por la mitad,  dejaba su huella en forma vertical u oradaba con una forma menos definida, cuando se descubren las capas que dejan traslucir verdes, amarillos, ocres, blancos, naranjas , dorados, e inclusive collages con papeles de diario. Como el artista recurría a su  mano, la irregularidad prima, lo que subraya el carácter orgánico de cada obra y a la vez evidencia la discontinuidad y la intermitencia, de los cortes y los misceláneos colores y papeles que se unen y separan en esas heridas y en esas oquedades que forman por las rasgaduras. Al dejarle el protagonismo al material, Ramos se olvidaba de la paleta, del lápiz, de la tinta, y dejaba que el bajorrelieve triunfe gracias a la superposición de papeles y se generen sutiles  formas que él lograba al rasgar con su mano, o al cortar con la trincheta.  Obtenía una obra sobria , refinada   y elegante,  en la que se destacan las características de los papeles, su aspereza, tersura,  levedad , sus tramas, tejidos, granos y los, rasgado,  surcos, rendijas, fisuras que el artista iba generando orden, espontaneidad y geometría conviven.

Una hoja de papel es un elemento dimensional, ya es un objeto que se puede convertir en un objeto tridimensional sólo que lo arrolles o le quiebres alguna punta; eso no es ninguna teoría, pero , es una manera de ver lo que es una obra de arte, sostenía Ramos. Una invitación llegada del Lejano Oriente le permitió expresarse y darse todo el gusto posible demostrando lo que tantas veces ha predicado y llevado a cabo.  Le llegaron numerosos papeles desde China. Era un regalo esperado, ya que  se estaba organizando la muestra de “Artustas orientales en Oriente”, con Gerardo Goldwasser, Lacy Duarte, Pichín Peralta y él, en la Red Gallery de Beijing. Fascinado por la diferencia, calidad y  variedad de los materiales que le iba enviando el embajador uruguayo en China, Ramos se entregó con fervor a  realizar numerosas obras, muchas de las cuales se expusieron por primera vez en Galería del Paseo en Manantiales.
No quiso agregarle demasiado a la propia seducción que emana del material y lo deja hablar con toda su elocuencia. Son muchos, muy diferentes, de colores numerosos , de grosores heterogéneos, de texturas disímiles, y para quien amaba este soporte como él , es el momento de entregarse al soporte sin buscar otras formas de intervención.  Esta obra también recuerda la serie de los “rasgados.” Formalmente Ramos vuelve a subrayar su amor a la vertical, un motivo recurrente en su lenguaje que se notó sobre todo a comienzos de los setenta  en pintura, en relieves en madera, y variadas instancias de su obra.

Nelson Ramos, falleció en Montevideo en plena etapa creativa mientras desarrollaba una de sus series abstractas en papel que en alguna ocasión presentó con el título de Papel sobre Papel.

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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