No digo que son meras disquisiciones
aristotélicas ni profundas cavilaciones existenciales, pero, siempre me
pregunté, cómo hacen los astronautas para ir al baño, en el espacio. Y mire que
he leído diarios, he visto películas en el cine y en la televisión, he leído
libros con esa temática, y nunca nadie dijo...Houston…tenemos un problemas…nos
olvidamos del papel higiénico….
Salir de la nave para sacudir la modorra no
pueden, sino mas de uno saldría a fumar y otros, se pondrían de espaldas, con
una mano adelante y la otra en la cintura y aliviarían sus acumuladas tareas de
los riñones en las vejigas…
Ya pensar en levantar la escafandra, abrir la
cremallera del traje de astronauta y ponerse en cuclillas en el borde de la
nave y soltar lo que sea al resto del universo, es imposible, porque quedaría
flotando en el ambiente un resentimiento interior que salió a luz y lentamente alejarse en el espacio
exterior, vaya uno a saber si no cae en otro planeta o choca con algún
meteorito…Uno ve a los astronautas flotando en las naves, casi siempre boca
abajo, y piensa que así no se puede. Y hablamos nada más que de las necesidades
fisiológicas, pero, pienso cuando se lavan los dientes, si se quieren peinar o
lavar la cara, alguna duchita, ¿se bañan cabeza abajo y flotando?.
El Laureano Brizuela, que era un estudioso del
tema me dijo que se utiliza, para bañarse, por ejemplo, una especie de sifón y
uno se transforma en un gra vaso y se lo echa encima, el agua no cae, flota y
se adhiere al cuerpo y largas burbujitas y con un jabón liquido, pero no de
esos de lavar los platos, otros especiales, te pasás y luego te enjuagás con
otro sifón. Al final de das un chijetazo de un desodorante o usás en barrita y
quedás oliendo a fragancia allá arriba.
Decía Laureano que lavarse los dientes es más
bravos, porque no podés tirar el agua, entonces te la tragás.
Los astronautas saben que el baño número uno es para hacer pipí y el dos
para hacer popó. Dicen que Logan Meredith fue el astronauta que hizo el giro
más lejano a la tierra y que pasarán muchos años para que alguien haga el mismo
recorrido. Cuando estaba en el punto más lejanos, le empezó a doler la barriga
y rajó para el dos, cazó el papel higiénico, corrió la cremallera, bajó el
traje hasta el suelo, se sentó y dio riendas sueltas a sus a sus apremios más
urgente. Cuando terminó, y sabiéndose el hombre record, en cuanto a ir al baño
más lejos de la tierra que jamás hombre alguno había llegado, lo dijo por la pantalla
de Houston…
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A este no me lo emparda nadie….
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