Mi abuela me compró una caña de pescar por televisión, en realidad, por lo que vio en televisión. Resulta que la nona estaba mirando su teleteatro favorito, y a cada rato la interrumpíaan con un “llame ya”. El aviso decia que todos los pescadores de todo el mundo podrían dormir tranquilos, pero sin renunciar a su presa, gracias a una nueva caña revolucionaria que asegura las capturas.
- Se trata de una caña magnética, nene (ella siempre me dice nene, auqneu hace rato pasé los 40), según dijo la tele. Y lo lindo, según dijo el hombre, es que permite pescar prácticamente cualquier tipo de pez, sin tener que hacer siquiera el esfuerzo de poner la carnada en el anzuelo. Yo me imaginaba y te veia patente, patente, a vos, que no te gusta agitarte mucho, pescando sin carnada. Dice que tiene un imán portatil, nene, ¿será cierto?, para mi que los japoneses le pusieron algún control remoto a un Yamamoto, porque en Japón el que no es un Yamamoto, es algún llama-auto, o llama camión, ahora, que se les da por cosas más grandes....
- ¿Te parece abuela?
- Claro que si!. Y dicen en la tele que tan buena es la caña que capaz de seleccionar el pez que vos querés pescar, porque viene preparada para eso. Así que no te preocupes más de las palometas, viejas del agua y de los descarnadores. Ya no vas a pescar más bragres venenosos, ni sábalos, que son pura espina. Ahora bagres amarillos, como le gusta a la abuela, algún dorado, algún pati, ¡¡esos mochuelos que me comía cuando era joven!!, ¡que tiempo aquellos!
- ¿Te parece abuela?
- Claro, aparte, es mucho más limpio, ya no te van a quedar negros los dedos de colocar lombrices pegajosas, aparte no tienen porque sufrir las pobres.
- ¡Que lindo sería una caña que pescara politicos corruptos, maslos empresarios y tramoyistas de todas clases...
- Esos son peces muy gordos...
- Parece buena la caña.
- Por supuesto, nene, en la tele no mienten.
- Yo lo único que me pesco, a veces, abuela, es un peludo...
- ¡Ah!, pero, para eso no precisás caña especial...
- ¿No?
- No, con la caña o grappa uruguaya dale que es tarde.
- ¡Llamo ya!
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