viernes, 27 de enero de 2012

Como se estila



Dijo un insigne pensador “Uno está hecho de frases hechas”, tales, como “me porté mal lo reyes no me dejaron nada…”, “seguro que te olvidaste del pastito o del agua”, “pedí una moto y me dejaron un cd…”.
Es como dijo un sabio hombre de la política vernácula, “las cosas se dan porque se dan, suceden porque suceden, y vienen porque vienen…
No me diga que usted no ha dicho o no ha escuchado algunas frases como estas…
EN EL FÚTBOL
- Hoy ante Peñarol, ¿van a salir a ganar?
- Vamos a ver que pasa, los clásicos son clásicos y nunca se sabe. Partidos son partidos, somos 11 contra 11, así que es a suerte o verdad…
- ¿Es difícil?
- Pero no imposible.
- - ¿Cuál es la virtud del equipo?
- El trabajo, el sacrificio y la unidad (por más que el Cacho, el Jorge y el Romano, se agarraron a las piñas en el vestuario), el grupo es muy unido.
- - ¿Están para pelear el campeonato?
- Vamos a dar batalla. Hasta ahora no tuvimos suerte, por eso vamos últimos, pero en el fútbol siempre hay revanchas.
- ¿En lo personal?
- Mi meta es pelear un lugar en la selección. Vine a un club con historia, un club grande, un club ganador y yo quiero demostrar lo que valgo…
- EN LA POLÍTICA
- ¿Será candidato?
- No es momento de hablar de candidaturas. Es muy temprano todavía. Yo me debo a mi partido y si el partido quiere que sea candidato lo voy a ser.
- El gobierno recibe críticas, por estos días…
- Inmerecidas, el nuestro es un gobierno de puertas abiertas. Con nosotros los cerrajeros se mueren de hambre, con eso le digo todo.
- Actuamos de cara a la ciudadanía…
- Yo no tengo pelos en la lengua…
- Y yo ni en las axilas
- Gobernamos para las mayorías que nos eligieron y también para la minoría, a ellas con más rigor, pero las gobernamos…
- Aquel que se oponga nuestro gobierno se está oponiendo al pueblo, por algo tenemos el 45 % en las encuestas…
- Buscamos la felicidad de la gente.
- Hechos y no palabras
- Nosotros tuvimos más votos que en las elecciones anteriores, nos ganaron porque se juntaron contra mi que hice el mejor gobierno de la historia y aledaños…
- LEGISLADORES LOCALES
- De mi boca no saldrán palabras de odio, solo de amor…
- Quiero, señor Presidente, que mi proyecto pase al BPS, A jupensal y a todas las asociaciones de pasivos del país y del exterior…
- Cesen tantas palabras arrogantes, mi voto es por la negativa…
- No claudicaré en la denuncias, seguiré hasta las últimas consecuencias aunque tenga que divorciarme porque mi mujer es la abogada de mi suegro…

Casuales casualidades






Son esas cosas que a todos nos pasa alguna vez, hacer un comentario y quedar incendiado. Por ejemplo, est{an dos hablando y llega un tercero que conoce a uno de ellos…
- Vamos a tomar una cerveza al bar de la esquina.- Dice el recién llegado, al conocido.
- No puedo, voy para lo del Turco Asad.- Se disculpa el conocido, a lo que el recién llegado le dice…
- ¡Te acompaño el sentimiento!. El turco Asad lo único bueno que tiene son sus dos hijas mellizas, están de rechupete y tienen caritas de querendonas….
- - Casualmente, éste es casado con una de ellas….
- EN UNA NOCHE DE TORMENTA
- En un hotel de alta rotatividad ingresa una pareja, en una noche en la lluvia caía a mares.
- Al rato golpean la puerta de la pieza en donde estaban. El hombre mira a su acompañante y le comenta que él no había pedido nada, no había utilizado el teléfono interno mientras ella se duchaba, pero que iba abrir porque a lo mejor era una gentileza de la casa, y un champagne es un champagne.
- Abre la puerta y aparece todo empapado un hombre con un machete en la mano. Los ojos desorbitados, inyectados en sangre, con ganas de hacer justicia con sus propias manos o propio machete que blandía amenazadoramente al hablar…
- -¿D{onde está mi mujer?, ¡decile que salga!, ¡yo le voy a dar traicionarme!
- ¿qué mujer?, si estoy con mi vecina…
- A mi no me engaña, esa que está debajo de las sábanas es mi mujer…
- Está equivocado.
- Vamos a ver.
El hombre entra y levanta las sábanas. La pobre mujer salta como canguro de un lado a otro entre gritos y tapándose las partes. La mira bien el machetero y dice…

- Y no era nomás, ¡Qué lo tiró!
- ¿Se da cuenta de lo que hio?
- Me doy. Le pido perdón mi amigo, a usted y a la chica por el mal momento…¡ah!, le voy a pedir un favor, si la ve a mi mujer, dígale que estuve por aquí, que no se demore en lo que está haciendo que se le va a enfriar la sopa…
LA FIERA
Una chica estaba ordenando las fotos de unas quinceañeras para ponerlas en la vidriera de una casa céntrica de fotografías. La chica le comentaba a su compañera de trabajo si notar la presencia de un cliente.
- Mirá esta, si la ponemos en la vidriera nos espanta la clientela, porque no te podés explicar que el Chungo, que es un fotógrafo tan experiente, y hábil comerciante haya ordenado que la pongamos al centro a la chica esta. La fotos en si están buena, pero el Chungo es un artista no un milagrero, a esta pobre chica le hace falta una buena cirugía estética para que uqede mas o menos aceptable, y se parezca a un ser humano…
- El cliente se acerca y pregunta.
- - ¿Tan fiera es?
- - Fiera, fiera, ¿qué anda buscando, señor?
- Las fotos de esa quinceañera que usted está alabando tanto, soy su padre,,,

Un viejo lobo de bar




Un viejo lobo de bar
El Kato era un viejo lobo de bar. Naufrago de cien tormentas de mares de distintas graduaciones alcohólicas, de tragos largos e historias cortas, de olas inmensas de penas y diluvios de carcajadas, de reflexiones tormentosas y de navegar a mar abierto en recuerdos de juventudes, de amores, de otros puertos de ternuras.
Acodado a la barra era como acodarse al timón y escuchar esos vientos monzónicos de confesiones de desencuentros de amores, de fracasos laborales, de rencillas domesticas, de filósofos de botellas, de opiniones deportivas, de soluciones políticas y menos, cada vez menos, de lectores de libros, de comentarios de cine, de galanes ganadores…
El Kato, un viejo lobo de bar, se sentaba, a veces en una de aquellas históricas sillas, con las manos sobre la mesa haciendo girar el vaso como al descuido, y observando, siempre observando. Leía los gestos, los labios, los ojos y ese teatro de cuatro pata, de piso de mantel, donde los actores se miraban frente a frente le permitía comprender tantas historias cotidianas.
“El bar estaba allí, ostentando sus años guardando entre botellas palabras de filósofos del fútbol, de la política, de la vida, del arte. Valió la pena tomarse una entre tanta sabiduría silenciosa”. Dijo el Kato hace muchísimos años, cuando conoció el bar, y desde entonces no faltó nunca, apenas se hacia la noche recalaba por allí pidiendo el copetín que apetecía ese día.
Una noche, que jamás olvidará, se conmovió con el llanto del gordo Abelardo. Estaba sentado con su primo Renato, una mesa más allá de la suya, y como el gordo hablaba fuerte, no hacia falta ni leer los labios, ni los gestos, ni las señas, bastaba con escuchar, y lo que escuchó lo llevó a solidarizarse con el Gordo Abelardo.
Había un nombre de mujer, siempre en estas historias los hay, y Abelardo hablaba de ella con devoción, con pasión y con una ternura que parecía destellos de soles de su ojos y aves sonoras de su voz. Confesó que cuando la conoció ella venía de otras historias, historias con testimonios vivos, cinco hijos hablaban de lo que le producía el amor a ella, cada vez. Abelardo habló de su dinero y que una vez dejó todo, fue al principio de la relación, y anduvo viviendo en asentamientos. Y cuando nadie lo creía volvió a su mundo social, a la empresa y a revivir el amor y los perdones.
Renato, el primo, escuchaba en silencio, pero a veces también se emocionaba y le preguntaba con interés cada cosa, daba en el clavo, rasguñaba heridas. Abelardo era un potro desbocado y contaba. En la ausencia, como siempre sucede, cuando hay una mujer bella, y sola o con signos de soledad, aparecieron los hombres queriendo conquistar el volcánico corazón de aquella mujer de fuego. Para Abelardo hubo uno que llegó más lejos, y lo peor del caso se trataba de uno de los mejores amigos, casi un hermano. Desde esa parte en adelante y en olas agitadas del cuarto whisky doble, Abelardo lloraba, hablaba, lloraba y parecía que su corazón se desgarraba. Pasaron dos whiskys más, y ver llorar a ese hombre realmente conmovía. Para colmo, Renato, su primo, hombre sensible, también lloraba. Ni el cocinero más torpe pelando un cajón de cebollas lloraría tanto, en tan poco tiempo, como aquel dúo. El Kato, sacó un pañuelo y un par de servilleta de papel, tomo su copa y fue a sentarse junto a los dos llorones.
Se presentó, les dijo que era conmovedor ver llorar a dos hombres así, por una mujer. Que el amor, a veces, produce dolores, pero que, como en el fútbol, siempre da revancha.
- Siento mucho que le pase esto. Las penas de amores son duras, lastiman, pero el tiempo lo cura todo, ¿hace mucho que sufre por esa mujer?
- ¿Qué mujer?
- De su mujer, de la que estaba hablando….
- No, yo le estaba contando a mi primo los capítulos finales de “Cuna de gato” la novelas que daban hasta la semana pasada en Canal 12 de Montevideo….

Hoy te juro

Hoy te juro, me pongo a reflotar proyectos, vuelvo a mi habitual locura, a destronar nubarrones y a salir por las veredas de las viejas utopias para recibir el sol de un dia luminoso, y me pongo a brindar por todos los caminos recorridos. Hoy es un dia de reafirmaci{on, y aqui estamos, como siempre!!!

flamencos

flamencos
ustedes se la pasan haciendo piquitos

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