martes, 27 de mayo de 2008

cosas de ediles


Cuando los ediles quedan para la historia
“Si a la vida le sacamos el humor ¿qué nos queda?” analiza y se pregunta con propiedad la sabiduría popular. En ese contexto, las anécdotas extractadas de los hechos cotidianos aportan lo suyo. Hoy recreamos muy breves pero jugosas, dignas de compartir, no pasaron en Salto, pero pudieron haber pasado.
Hechos ciertos, con algo de pimienta literaria, que por lo menos pretenden una sonrisa...
Y PIDO QUE MIS PALABRAS…
Como en todos los sectores y corporaciones, la Junta tiene su lenguaje propio y los ediles, de cualquier partido político, a la hora de hablar en las sesiones ordinarias, Extraordinarias y en la noble, muy a mano, y nunca bien ponderada, “media hora previa”, repiten y repiten: “Señor presidente”, “venimos aquí señor presidente, porque estamos convencidos señor presidente, que nuestra propuesta señor presidente, está cargada señor presidente, de un profundo y cristalino afán señor presidente..y bla.bla.bla. señor presidente. Y la propuesta puede ir, de un cambio de baldosa en la vereda oeste a la altura del 555 de la calle tanto, hasta plantar un arbolito en el fondo de una escuela o club deportivo hasta proponer plantar perejiles en los canteros de las cinco avenidas principales de la ciudad, o cambiar un caño de agua de una canilla de la esquina de la manzano 54 del barrio sin nombre. No conforme con el sesudo planteo, para que la cosa no quede en sala y duerma en tibias y olvidadas actas, solicitan: “Y pido que mis palabras señor presidente pasen al Ministerio de Viviendas, al actual Ministro y al ex Ministro Mariano Arana y también a los jefes de bancada de la Cámara de Diputados y de Senadores. También a todos los Presidentes de las Junta Departamentales, Juntas Locales y Cooperativas de Viviendas..
UN EDIL Y UN BURRO
“Años ya, cuando en la década de los años noventa la Junta Departamental realizaba una vez al mes sus sesiones en distintas localidades del interior, el Cuerpo duraznense en pleno presidido entonces por el Maestro Elías Caltieri se trasladó cierta vez a Cerro Chato, acompañado como era de esperar por la prensa local.
Luego de una sesión a barras llenas, el edil de un partido tradicional, apodado "El Pelotita" llegó a proponer hasta el uso de un burro de la zona, para recoger, tirando de un carro, los residuos del pueblo a falta de camión recolector.
El planteo tenía buenas intenciones. Ocurrió que de la forma que se adornó, llamó a la hilaridad. Era en primer lugar un transporte barato, que no consumía gas oil, pero si pasto tierno y zanahorias. Tenía mal carácter y se alunaba por cualquier cosa. Además, le gustaba pasearse desnudo por las calles del pueblo, haciendo de cuando en vez algunas exhibiciones que es mejor no mencionar. Envidia de muchos, claro está. Y para colmo no estaba preparado de haber un llamado a concurso. En eso hacía gala de ser un jumento.
La sugerencia despertó sin dudas la sorpresa primero, y el festejo después. Como tantas otras, ésta pasó después a formar parte del rico anecdotario del legislativo.
No está de más recordar que luego vendría la “festichola” a lo grande en un club sito en Treinta y Tres. Al regreso, más de uno rebuznó. Una de las particularidades de Cerro Chato, por más datos, es la de contar con tres jurisdicciones en los tres departamentos. Se trata de una localidad o villa de frontera, pero dentro del territorio nacional.
EDILDRÁCULO
Otra del mismo curul, fue la que planteó tiempo más tarde en pleno Legislativo departamental. En esa oportunidad, y a pesar de sus buenas intenciones en cuanto a corregir el funcionamiento en el cementerio local, la exposición no pudo ser más tétrica. Algunos memoriosos relatan que tras mostrar su disconformidad con las crecientes, que según él habían puesto al descubierto algunos esqueletos a los fondos de la necrópolis en tumbas que estaban sobre tierra, arremetió contra las moscas que como draculitas en miniatura, salían de los nichos lo mismo que muertos transformados ahora en molestas y peligrosas almas de insectos reencarnados. Dicen que alguno de la barra le ofreció un matamoscas, pero eso no quedó registrado en el Acta de la fúnebre sesión...
EL GOL DE TRES FRONTERAS
En las décadas de los ochenta y noventa, por citar un caso concreto, en el centro de la hoy Villa de Cerro Chato, había un gran predio baldío que era utilizado como improvisada cancha de fútbol.
Este tenía la particularidad de que un arco estaba en Florida y el otro en Durazno, con todo su lateral Sur en Treinta y Tres. De ahí que no fuese raro que en esos partidazos de domingo, un puntero que arrancaba su pique en el departamento de Florida, recorriera parte de Treinta y Tres y metiera un gol en Durazno. O viceversa. Todo en cuestión de metros. Es una, también hay otras. Alguien del lugar propuso alguna vez un campeonato Interdepartamental, y el hecho concreto es que llegaron a disputarse enfrentamientos entre unos y otros equipos de los departamentos en cuestión, pero se dice, al menos las malas lenguas lo comentan, que las diferencias estuvieron en como distribuir las recaudaciones, ya que en un antiguo plebiscito o como se le llame, los caroceros eran más que los otros.
Un edil propuso que todos pagaran entrada de local, porque se podía entrar por la puerta de Treinta y Tres, la de Durazno y la de Florida. Dicen que el día que formaron una selección para jugar con un equipo de Montevideo, dividieron el partido en tres tiempos de 30 minutos y en cada tiempo los gloriosos jugadores jugaron con las camisetas de Durazno, de Florida y de Treinta y Tres, en ese orden….



Tomada de Durazno Digital (con algún agregado made in camaca)

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ustedes se la pasan haciendo piquitos

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